Tales “crímenes” no serían otros que el “encubrimiento” realizado por el entonces Cardenal Ratzinger, siendo prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe durante el pontificado de Juan Pablo II, de todos los casos de pederastia conocidos en la Iglesia Católica.
Pues bien, al parecer a este par de racionalistas científicos la verdad de los hechos les importa una higa, lo cual pone en tela de juicio la validez de todas sus teorías. Poco les importa la completa falsedad de lo que afirman; poco les importa también la imposibilidad jurídica de lo que proponen; poco les importa la gravísima ofensa que van a realizar sobre la sensibilidad y creencias de millones de católicos y otros cristianos, y poco les importa, en fin, manipular de forma tan escandalosa a los sectores más descerebrados de este occidente suicida, tales como cierto chaval hijo de su papá que mantiene un blog en cierto panfleto digital.
Lo único que importa a este “knight” inglés y a su hasta hoy completamente desconocido compañero es volver a ocupar portadas, ondas y cuotas de pantalla, reactivar sus ingresos en cuenta corriente y mantenerse en ese papel de redentores de la humanidad “sojuzgada” por las creencias y “supersticiones” de la era de las cavernas. Y para más inri, reivindicando nada menos que a un presunto delincuente como es el juez Baltasar Garzón como si éste fuera el Quijote Universal.
Benedicto XVI tiene previsto visitar Gran Bretaña el próximo mes de septiembre, entre los días 16 y 19, visitando Londres, Glasgow y Coventry, donde presidirá los actos de beatificación del cardenal John Henry Newman. Será en este momento cuando los dos cruzados propongan el arresto y puesta a disposición judicial de Benedicto XVI por “crímenes contra la humanidad”. Evidentemente, el gobierno británico no está para juegos neuróticos, pero neuróticos hay entre los jueces y otros colectivos institucionales que no dudarán en subirse al carro de la farsa para intentar medrar y saltar a la fama.