Hace 18 años, en 1992, en un programa nocturno americano, Saturday night live apareció una punki con la cabeza rapada que se había hecho famosa por versionar una canción de Prince y por ser mona, para ser sinceros. Macarra como ella sola y delincuente juvenil. Pero mona, eso si. Apareció en el escenario con una foto de Juan Pablo II y rajándola por la mitad dijo “¡Acabemos con el del solideo!¡Este es el anticristo!” Al poco tiempo algún “lince” la invitó a un concierto homenaje a Bob Dylan en su 50 aniversario como artista, plagado de estrellas. Cuando le tocó su turno se dispuso a cantar. Al menos eso es lo que ella quería. Tal fue el abucheo y tan sonora fue la pitada que no pudo cantar. No se calló, porque las chicas como Sinead O´connor, (¡Qué horror! se apellida Como mi querida Flannery) que así se llama la joyita, no se callan. Siguió gritando e insultando a la gente que tampoco se calló, hasta que Neil Young salió y se la llevó a rastras. Poco se sabía de ella antes de esto y nada después. Si se compran el video del concierto, yo lo tengo, verán o mejor dicho, no verán, esa parte porque está cortada. Aquello supuso el fin de aquella cortísima carrera. Así se las gastan en América.

Ahora, como, hasta los gatos quieren zapatos, escribe en LA CUARTA PÁGINA de Opinión en El País con ilustración de la caricatura desgarrada del papa Benedicto incluida, rebuznando sin recato contra el Papa. Y mintiendo, eso también. Las mismas idioteces que estamos leyendo todos estos días, pero en boca de una que ya acusó a Juan Pablo II de anticristo y que se llama a sí misma “católica de nacimiento y de cultura”, vamos que lo es como yo soy moreno. Tras 18 años de aquella mamarrachada en TV y en directo pide a los americanos (que eran los que le daban de comer) que comprendan por qué rompió la foto del papa. Me temo que lo comprendieron muy bien y su carrera acabó.

Ahora es mamá de 4 hijos y eso lo tiene que agradecer a lo corto de su carrera porque, como le dice San Pablo a Timoteo, por el hecho de ser mamá ya tiene mucho avanzado para ganarse el cielo.
 
Por cierto estoy hasta las narices de que llamen Dios a Messi. Hoy en El Mundo, en La Razón etc. Pero si el pobre muchacho, al que tengo cariño, dicho sea de paso, casi no sabe ni expresarse. Si la gente adora a este Dios no me extraña que haya ateísmo