LA MÁS FAMOSA LA DE EZQUIOGA (GUIPÚZCOA)
En esta aldea de Guipúzcoa, la Virgen se apareció varias veces desde el 30 de junio de 1931 a varios niños con un mensaje urgente para evitar un derramamiento de sangre en España. El 18 de julio de 1931 anunció que si España no cambiaba, 5 años después empezaría una guerra civil y Dios mandaría a un "ángel salvador" para derrotar a la República.
Los niños Antonia y Andrés Bereciartua revelaron que la Virgen se les había aparecido. En muy poco tiempo, la noticia se extendió rápidamente, hasta el punto de que se calcula que la campa donde se producían las apariciones tuvo un millón de visitantes en 1931, con un pico de asistentes de 70.000 personas el 16 de julio de 1931.
La Virgen aparecía como Mater Dolorosa, con una espada en una mano, y el rosario en la otra, lo cual se interpretó como el presagio de una guerra. Una particularidad de estas apariciones es que, además de los videntes, la Virgen también se manifestó a mucha gente, tanto habitantes de Ezquioga, como peregrinos.
El famoso doctor Gregorio Marañón fue comisionado por la República para investigar las apariciones, pero, tras conocerlas, declaró su incompetencia para estudiarlas, pues no pertenecían a la dimensión de la medicina.
Cuatro veces acudió a Ezkioga el siervo de Dios Manuel Irurita, el obispo mártir de Barcelona.
En la foto, Manuel Irurita, de paisano, observa a Ramona Olazabal durante una visión.
Con este sarcasmo trataba el tema de las apariciones de aquel año de 1931 el periódico El Liberal, del 6 de septiembre de 1931, que en su página 3 publicaba esta viñeta.
TEATRO DE VERANO. En el primer pie de imagen se lee:
-¡Vayan pasando señores! ¡Espectáculo de moda, solo por dos pesetas!
En la segunda viñeta, un expresivo: -¡Que va a empezar!
Finalmente en el tercero pie de ilustración, se dice:
-¡Aparición de la auténtica Virgen, garantizada contra imitaciones y falsificaciones!
Ahí es nada...
El periódico Crisol al día siguiente publicaba la noticia de las apariciones en Guadamur con la noticia de esta petición por parte de la Virgen, y en cuya noticia se aprovechaba para ridiculizar al cardenal primado de Toledo, monseñor Pedro Segura, expulsado de España meses antes.