La Asociación Amigos de los Mártires de Barbastro y el Museo de los Mártires Claretianos ponían ayer el punto y final de la VI edición de las jornadas martiriales. Las jornadas han reunido, una vez más, a un buen grupo de ponentes en torno a diversos temas relacionados con "La alegría y el perdón", lema del evento.
Empezó el Rvdo. Jean-Pierre Laulom, del Obispado de Dax (Francia) que disertó sobre Los Trapenses mártires deTibhirine (Argelia), alegría y perdón. Los mártires trapenses, popularizados por la película De dioses y hombres, serán beatificados en Orán (Argelia) el próximo 8 de diciembre.
En la foto, el Rvdo. Laulom en el momento de comenzar su excelente conferencia. El marco fue el Santuario de Nuestra Señora del Pueyo -en la imagen, en uno de los salones- donde transcurrieron todas las actividades del día de ayer.
El Instituto del Verbo Encarnado (IVE), que tuvo sus comienzos en Argentina en 1984, fue fundado por el padre Carlos Miguel Buela. Los monjes llevan desde 2009 en el Pueyo. La segunda conferencia corrió a cargo de uno de ellos. El P. Francesco Lucarelli, IVE, habló de los beatos benedictinos.
En 1889 se establece en el Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo la orden de San Benito, que en 1936 entregó 18 mártires durante la persecución religiosa. Después de la guerra, otra comunidad benedictina se tuvo que hacer cargo del monasterio, hasta que lo entregaron en 1962 a los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María que estuvieron presentes hasta que el 30 de agosto de 2009.
El tema de la conferencia fue Iban a la muerte como a una fiesta.
La última ponencia fue la de monseñor Juan Antonio Martínez Camino que trató el tema de Los mártires del siglo XX: héroes del perdón.
Antes de la clausura de las VI Jornadas Martín Ibarra Benlloch nos presentó su último libro titulado Gigantes, cabezudos y mártires. La diócesis de Barbastro-Monzón de 1850 a 2017.
Es un recorrido histórico, serio y documentado, sobre la diócesis de Barbastro-Monzón durante una parte de la época contemporánea. Está dividido en cuatro partes y a ella se añade la bibliografía citada, un índice cronológico y un índice de nombres, lugares y algunos temas. Se trata de un libro imprescindible para comprender la diócesis de Barbastro-Monzón, durante tantos años al borde de la extinción, y que es conocida mundialmente como la capital del martirio en España y la cuna de muchos santos, entre ellos de san Josemaría. En ella han vivido personas excelentes, de gran categoría humana y moral; otras no tan excelentes. Y santos, muchos santos, de los que bastantes de ellos ya han sido reconocidos por la Iglesia Católica. En estas páginas aparecen sus pueblos y ciudades; sus principales autoridades e instituciones. Los obispos, el clero, los consagrados y los laicos, muchos laicos. Las artes, la cultura, las devociones… teniendo siempre presente –y en el cañamazo- al que da sentido a la diócesis y a nuestras vidas: Jesucristo.
Finalmente, el padre José Beruete, cmf, subdirector de las Jornadas, Ana Toquero, secretaria técnica y el propio Martín Ibarra, director clausuraron oficialmente estas sextas jornadas.
Si la Santa Misa del viernes en la iglesia de los claretianos y la del sábado en la Capilla de los mártires escolapios de Peralta de la Sal hizo memoria de esos dos grupos martiriales, ayer sobre el altar que contiene los restos de los mártires benedictinos del Pueyo tocó lo propio, poniendo solemnemente el punto y final.
A la Santa Misa seguiría la mesa y las despedidas finales. Con una agradable velada con los monjes. Muchas gracias al Superior del Pueyo, padre Eduardo Di Césare, IVE.