El siervo de Dios Gregorio Martín Ruiz es uno de los 292 sacerdotes que sufrió el martirio en nuestra Archidiócesis de Toledo ocupando la regencia de la parroquia de Santiago Apóstol de Noblejas (Toledo). Apresado en su domicilio por un grupo de comunistas y encerrado en la cárcel hubo de sufrir incontables malos tratos, hasta que el 14 de agosto, después de haber sido despojado de todo cuanto llevaba, fue asesinado a tiros, a un lado del camino de Noblejas a Ocaña, hacia la mitad del trayecto. Su cuerpo, completamente desnudo, fue trasladado en un volquete al Cementerio de Ocaña.
Ha sido providencial la llegada de Internet a nuestras vidas (a pesar de lo malo que es para tantas cosas) como magnífica plataforma para la difusión de la vida de nuestros mártires. Hoy tratamos el caso de este mártir que se vio involucrado en las supuestas apariciones de la Virgen en el pueblo toledano de Guadamur. Podía dejarlo en mostraros la foto y, por lo tanto, contemplar el rostro del mártir, lo que ya en sí provoca la devoción que buscamos al pedir su intercesión.
Pero creo que puede ser interesante tratar este tema, sobre el que hace precisamente año y medio, el 1 de julio de 2019, publicaba Enrique Sánchez Lubián en «ABC» su artículo XLIV de “Esbozos para una crónica negra de antaño”, y que llevaba por título “Duendes, fantasmas, brujos y otras apariciones”.
Allí recogía la foto de la que hablamos que publicó el diario gráfico «Ahora» el 5 de septiembre de 1931. Junto al pie de foto leemos: «El obrero Nicanor Patiño relatando al cura y al médico de Guadamur la forma en que dice percibió la aparición». El cura era don Gregorio.
https://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/martires_21/5-septiembre-1931.pdf