He resucitado y aún estoy contigo, has puesto sobre mí tu mano: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya (Salmo 139(138),18.5-6).
¿Quién habla y a quién? La Resurrección de Cristo es un acontecimiento trinitario. No obstante, en muchos pasajes neotestamentarios, se subrayan la acción del Padre y la humanidad de Jesús. El hebreo del salmo, de donde son entresacadas las frases de nuestra antífona, dice "me despierto" y S. Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Roma, usa un verbo (egeiro) con la misma raíz que la traducción griega del salmo. Así lo escuchamos en la versión litúrgica: "Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre" (Rm 6,4). La antífona nos sumerge en el gozo y alegría de Jesús al resucitar y dirige nuestra mirada al Padre.
Pero recordemos que la eucaristía es la celebración en la que participan los bautizados, es decir, aquéllos que muertos por el bautismo al hombre viejo, al pecado, han nacido a una vida nueva. De la vida del Resucitado yaparticipamos y, en su gozo, está también el nuestro.
Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva (Rm 6,4).