Año del Señor 2024 

20 de enero
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
MODELANDO EL SONIDO 
 
Esta semana me ha tocado ser la lectora en la Liturgia. Eso significa que, cada vez que vamos a rezar al coro, soy la encargada de proclamar la Palabra de Dios. 
 
Evidentemente, la Escritura no puede leerse de cualquier manera, ¡es importante que te entiendan bien los que escuchan! Por ello, cuando el otro día me encontré un vídeo con consejos para narradores, lo abrí entusiasmada. La lectura no se me da mal, ¡pero siempre se puede mejorar! 
 
La mujer iba explicando distintos aspectos técnicos como la respiración, la colocación de la voz… Y, de pronto, empezó a señalar la importancia de mover los labios (especialmente el superior) si  exagerar, pero lo suficiente para garantizar una buena vocalización: “¡Hay que modelar las palabras!”, insistía. 
 
¡Cómo me impresionó! Igual que las manos modelan el barro, los labios modelan las palabras. Y modelar es un trabajo que requiere dedicación, tiempo… cariño. 
 
En efecto, las palabras tienen un poder impresionante. Dios mismo, con su Palabra, creó el Universo. Y, al hacernos a su imagen y semejanza, también nos dio el don de la palabra: nuestras palabras pueden crear vida… o destruirla. 
 
Muchas veces podemos estropear una conversación por no usar las palabras adecuadas. No solo importa qué dices, sino cómo lo dices, ¡¡ahí está el arte, la belleza, el modelar el mensaje!! Hay tantas formas de decir lo mismo… El Resucitado, tras las negaciones de Pedro, no le coge de la solapa y le lee la cartilla, llamándole de todo… Con infinita ternura, sencillamente le pregunta: “¿Me amas?” (Jn 21, 15 y ss.). 
 
Hay palabras que saben a cariño. Hay mensajes que, sin dejar de hacer honor a la verdad, te hacen sentir que el otro te conoce, te entiende, te ayuda… ¡y te ama! ¡¡Y así cualquiera se anima a seguir caminando!!
 
Hoy el reto del amor es modelar tus palabras. Antes de hablar con esa persona, pídele al Señor que ponga las palabras adecuadas en tus labios. ¡¡Que cada frase esté marcada por las huellas del Amor!! ¡¡¡Feliz día!!! 
 
VIVE DE CRISTO
 
Pd: Quiero aprovechar este mensaje para decirte, a ti, que hoy te presentas a la oposición, que estamos orando mucho por ti: ¡¡¡que el Espíritu Santo te ilumine!!! ¡Cuenta con nuestra oración!
 
 
¡Feliz día!