Año del Señor 2023

28 de agosto
 
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
En uno de los claustros interiores, hay dos macetas decorativas muy grandes y hermosas, cada una con una planta de interior. Una de ellas, gracias a cuidados constantes, va creciendo; sin embargo, la otra, por más que lo intentaron, nunca logró crecer y poco a poco se secó. Hasta que un día, solo quedó la maceta.
 
Cada vez que paso por su lado, siempre me pregunto lo mismo: ¿por qué no plantan otra? Ya hace meses que está vacía. Me imagino que no faltarán motivos, como que no es el momento, que están pensando qué poner, que la anterior requirió muchos cuidados, que no es un buen lugar, que podría tener demasiada agua... En fin, un montón de razones. Pero la realidad es que no se le da una segunda oportunidad y se queda vacía.
 
En la oración, le decía al Señor: esto es a veces lo que nos sucede contigo. Vivimos situaciones o acontecimientos que no entendemos, que no son lo que nosotros queremos, y nuestra reacción es enfadarnos con el Señor.
 
Nos cerramos a Su amor, no queremos darle otra oportunidad. ¿Y sabes por qué te puedes enfadar con el Señor? Porque Él está vivo. Solo nos enfadamos con lo que es real. Jesús no es alguien que vivió, es Alguien que te ama y vive contigo.
 
Quizás ahora solo veas la maceta vacía, pero pídele una planta nueva. Cuando nos enfadamos con el Señor, a menudo perdemos el camino o, al menos, nos cuesta mucho encontrarlo. Esto es según nuestros esquemas.
 
Pero en la mente del Señor, en Su amor, no es así. Él te está esperando para que abras nuevamente tu corazón y permitas que entre, para vivir juntos de nuevo. Él pondrá una planta nueva para que la cuides y disfrutes viéndola crecer.
 
Hoy, el reto del amor es dejar a los pies de Jesús tu enfado, tu cansancio, lo que no logres entender… y abrirle el corazón para que Él entre. No te pedirá nada y te lo entregará todo.
 
VIVE DE CRISTO 
 
¡Feliz día!