Año del Señor 2024
25 de abril
 
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
¿CONFÍAS?
 
Ayer mi trabajo consistió en grabar unas medallas con la máquina láser. En principio todo parecía sencillo. La hermana me dijo: "Cuidado, que la medalla, quema después de grabar", y pensé que no sería para tanto. Después, había que darles una pintura negra y la vi aplicándola con el dedo, pensé: "Yo mejor con un trapo".
 
Me puse a ello y lo primero que pasó fue que me quemé, ¡uf! Pues sí que quemaban. Después intenté aplicar la pintura, pero nada. Al final, lo hice con el dedo, pero para mi sorpresa, cuando fui a lavarme, la pintura no salía y tuve que usar un cepillo. Me di cuenta de que su experiencia era un tesoro que yo no aproveché. Sí que la escuché, pero hice lo que mi razón me decía que sería mejor, y así me fue.
 
En la oración pensaba cuántas veces, a lo largo del día, el Señor nos dice cosas o nos las insinúa y todas son para nuestro bien. En cambio, cogemos otros caminos y es el sufrimiento y el dolor el que nos hace recapacitar y tomar el camino correcto. Es verdad que nadie quiere sufrir, pero a veces el sufrimiento es una escuela de vida.
 
Vemos a Jesús con sus discípulos, cuando les habla es para enseñarles lo  mejor para ellos, dónde van a encontrar su felicidad. Yo creo que poco entenderían cuando les dijo: "Si el grano de trigo no muere, queda infecundo". Pero se fiaron, confiaron en Jesús. Ellos sabían que al confiar en Jesús, no tenían nada que temer. El mismo Pedro le dijo a Jesús: "¿Dónde vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna." La confianza es la compañera de camino de la fe.
 
Hoy el reto del amor es hacer un acto de confianza en algo que Jesús te pida. Escúchale, porque Él está vivo y se manifiesta en nuestras vidas.
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!