En las refriegas de las batallas, es donde el buen soldado muestra el valor que se le supone. En la batalla de la Ley del  Aborto, el pueblo español ha visto y  tomado nota de los que con su voto, por encima de sus convicciones y siglas partidistas, han colaborado eficazmente en su promulgación. En partidos de inspiración cristiana hubo senadores de CIU y del PNV, democristianos ellos, que avalaron con su voto la reforma abortista. Dios, un día juzgará su proceder y esperamos que antes, se arrepientan de su grave incoherencia. Pero, los que no debemos olvidar-sus nombres y comportamientos- somos los cristianos, católicos, humanistas y hombres de buena voluntad, por la falta de coherencia que estos “cristianos de nombre” han mostrado en una ocasión de tal transcendencia, para el bien y el futuro de nuestro pueblo. Seguro que si las votaciones próximas fueran nominales, estos nombres no volverían como representantes “cristianos” del pueblo español. Otro tanto, habría que decir de sus partidos CDC y PNV que no les permitieron votar en conciencia.

Los senadores de CDC Ramón Alturo, Monserrat Caldini y Joan Mª Roig, votaron contra el veto de su propio grupo y Jordi Vilajoana que se abstuvo. Lo mismo los 3 senadores del PNV, Iñaki Anasagasti, Miren Lore Lenizbarrutia y Joseba Ussía, que apoyaron el proyecto de Ley del Aborto en la Cámara Alta.

Esperamos que sus retratos y nombres se difundan ampliamente entre el electorado  para que no vuelvan a engañar nunca más  a sus representantes.