Hace unos días la Iglesia celebró la fiesta de San Juan Crisóstomo, Padre y doctor de la Iglesia. Nació en Antioquia probablemente en el 349 DC y murió en el 407 d.C era conocido como "el boca de oro" por su gran predicación y elocuencia. En sus obras podemos encontrar consejos muy interesantes para el matrimonio de hoy en día, en una sociedad tan mundanizada, donde el matrimonio ha pasado a ser algo "olvidado" algo " del pasado", las enseñanzas de San Juan Crisóstomo son como un rayo de luz entre tanta tiniebla para los cristianos que quieren vivir según las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué nos enseña San Juan Crisóstomo sobre el matrimonio?
Si un hombre y una mujer se casan para satisfacer sus apetitos sexuales o para promover sus propios objetivos materiales o los de sus familias, es poco probable que la unión traiga bendiciones. Pero si un hombre y una mujer se casan para ser compañeros en el viaje de la tierra al cielo, entonces su unión traerá gran alegría para ellos mismos y para los demás. (San Juan Crisostomo Homilia XX sobre Efesios)
San Juan Crisóstomo ya ve en el matrimonio un camino de santidad, tanto el varón como la mujer se pueden santificar juntos, y santificar a los demás. Los auténticos matrimonios cristianos irradian gracia a todos los que les conocen. Debemos quitarnos de la cabeza y rechazar la creencia, de que nos casamos para satisfacer nuestros deseos sexuales, o para promover objetivos materiales, nada de eso trae bendición al matrimonio, pues eso mismo hacen los no creyentes, la diferencia entre un matrimonio cristiano y uno no cristiano, esta en la vocación a la santidad que ambos cónyuges eligen, "deseo ser santa y santo junto a mi amado/a". Esa es la gran diferencia, y lo que hoy ha olvidado el mundo.
Demuéstrale que aprecias su compañía y que prefieres estar en casa que en el mercado. Estímala en presencia de tus amigos y de tus hijos. Elógiala y admira sus buenas acciones; y si alguna vez hace alguna tontería, aconséjala con paciencia. Orad juntos en casa y id a la iglesia; cuando volváis a casa, preguntaos mutuamente el significado de las lecturas y de las oraciones. Si vuestro matrimonio es así, vuestra perfección rivalizará con la del más santo de los monjes. (Homilia 20 sobre Efesios)
No es necesario estar en un convento, para vivir santamente, no se necesita estar encerrados cantando y orando para vivir santamente, también los matrimonios, viviendo cristianamente su sacramento recibido pueden santificarse, y eso es precisamente lo que nos enseña este gran obispo. Aprendamos a elogiar a nuestra esposa, aprendamos a admirarla, aconsejarla, recemos juntos, meditemos juntos las lecturas bíblicas, compartamos enseñanzas espirituales, es la manera de caminar en santidad.
“Te he tomado en mis brazos, te amo y te prefiero a mi vida. Porque la vida presente no es nada, te ruego, te pido y hago todo lo posible para que de tal manera vivamos la vida presente que allá en la otra podamos vivir juntos con plena seguridad. [...] Pongo tu amor por encima de todo, y nada me será más penoso que apartarme alguna vez de ti” (In epistulam ad Ephesios, homilia 20, 8).
A veces se tiende a poner por encima del cónyuge a la familia, a las amistades e incluso a los hijos, pero la enseñanza cristiana, es que el amor que se debe tener al otro debe estar por encima de todo. Cuando el matrimonio cristiano esta bien cimentado, vemos el bien del otro, valoramos estar con la pareja, y lo preferimos a cualquier otro grupo de amistades o familiares.
“Ellos ( los monjes) no necesitan el consuelo y la ayuda de las Sagradas Escrituras tanto como aquellas parejas casas que viven ene torbellino de una existencia llena de distracciones, porque están en el frente de la batalla” (Homilia III sobre Lázaro)
“Me gustaría que ustedes rezaran siempre, y si no siempre, al menos a menudo, y si no muy a menudo, por lo menos de vez en cuando, por la mañana o por la tarde” (Homilia XXII sobre Hebreos)
Dos consejos espirituales muy importantes: orar juntos, dedicar tiempos para estar con el Señor, acudiendo juntos a misa, a la adoración al santísimo, rezando el rosario, etc, "la familia reza unida, permanece unida", la familia es para San Juan Crisóstomo una "iglesia doméstica". También dedicarle tiempo a la lectura de las Escrituras, de libros espirituales que puedan guiar nuestras almas y nos den el consejo adecuado para vencer la batalla a la que estamos sometidos en este mundo.
“Cuando se trata de sus hijos jovenes, les dejan sueltos, por todas partes durante mucho tiempo, y así pierden la castidad, se manchan con deshonestidades y juegos, y malgastan el tiempo con la asistencia a inicuos espectáculos. Su deber seria, antes de que se dieran a la impureza, buscarles esposa casta y prudente” ( Homilia sobre el Evangelio de San Mateo 59, 6-7).
Finalmente nos da un maravilloso consejo para educar a los hijos. Hoy en día que tanta educación en valores y virtudes cristianas falta en nuestros jóvenes, es debido a que los padres no les han sabido educar correctamente, permitiéndoles todo, no les enseñan a ser castos, les permiten asistir a inicuos espectáculos ( discotecas, pubs, etc) ,les dejan escuchar música con palabras malsonantes, les permiten vestirse como quieren, esos son los motivos por los que muchos chicos jóvenes hoy en día se pierden, y abandonan la fe cristiana, porque esta no se vive en los hogares, no existe una "Iglesia doméstica" en nuestras casas.
Jesús Urones-Evangelizador Católico.