El Santo Padre con su modo autorizado de actuar marca el camino para Obispos y sacerdotes durante la pandemia que estamos viviendo para dirigirnos a Dios y atender a nuestros fieles. Pese a su edad y salud no ha dejado de multiplicar actos para pedir auxilio a Dios.
1.- La misa todos los días presidida por el Papa
El Papa Francisco quisó mostrar su cercanía diaria a los enfermos, a los que estamos en cuarentena, y a los que no deben moverse. Por eso, desde el lunes 9 de marzo, la misa de las 7 de la mañana que celebra en la capilla de la Casa Santa Marta comenzó a ser transmitida en directo.
2.- Las dos oraciones del Papa para invocar el "fin de la pandemia"
El pasado 15 de marzo, tercer domingo de Cuaresma, el papa Francisco salió del Vaticano y veneró a la imagen de la Virgen bajo la advocación Salus Populi Romani en Santa María Maggiore. Luego, en San Marcello al Corso, rezó ante el crucifijo que salvó a Roma de la peste.
3.- La Víspera de la Encarnación: Sub tuum praesidium
El 24 de marzo la Red Mundial de Oración del Papa lanzó una edición especial de El Video del Papa en la que el Santo Padre pide oración “por los enfermos” y “por las personas que sufren” a causa de la pandemia mundial por el coronavirus. En el video, el Papa invoca a la Madre de Dios para que nos libre “de todo peligro” y muestra su agradecimiento “a todos los cristianos, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que rezan por este momento, todos unidos, cualquiera que sea la tradición religiosa a la que pertenezcan”.
4.- El Papa reza el Padrenuestro: misericordia para la humanidad golpeada
Luego, este miércoles 25, en la Biblioteca Apostólica resonó la oración que nos enseñó Jesús, el Padrenuestro, fuente perenne de esperanza y fuente de unidad para los cristianos. La súplica del Santo Padre, entre los temores y angustias del mundo amenazado por la pandemia: misericordia para la humanidad golpeada por la pandemia.
5.- Bendición Eucarística "Urbi et Orbi"
Finalmente (hasta esta noche del 27 de marzo), y por primera vez en la historia milenaria de la Iglesia, el papa Francisco rezó en solitario y dio la bendición e indulgencia plenaria al mundo por el coronavirus. La Adoración Eucarística y Extraordinaria del Papa ha tenido lugar en la inmensa plaza vacía de San Pedro. Este hecho es algo inédito y dio también la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) a todos los fieles, lo que ha permitido a los más de 1.300 millones de católicos obtener el perdón de sus pecados.
Una hora de pura liturgia católica. Sencilla y solemne. La palabra de Dios, proclamada y explicada. Sí, necesitamos escuchar y que nos expliquen la Palabra.
Y la Eucaristia. Adoración, rezo y bendición solemnísima.
GRACIAS, PAPA FRANCISCO, por mostrar a tus sacerdotes que no nos cansemos en las incesantes iniciativas que se están teniendo y se pueden tener para atender, acompañar y llegar hasta las casas de nuestros fieles.
Y besos, y piedad: ¡¡¡GRACIAS!!!
Como lo besó san Juan Pablo II:
Y, por supuesto: MÁS MARÍA, con la consagración peninsular al Corazón Inmaculado de María. Podemos actuar y opinar libremente, pero ahora toca no bajar los brazos implorando a Dios, como Moisés.