De esa nación de allende los mares con más de dos siglos de democracia a la que siempre estamos queriendo dar lecciones estos recién llegados al club que somos los españoles, aprendemos una nueva iniciativa de transparencia democrática llamada legistorm, -de ser traducible algo así como tormenta legal- a la que accede Vd. con toda facilidad en esta dirección de internet:
Pues bien, agrupado en distintas pestañas, en dicha página encontrará Vd. y cualquiera que quiera acceder a ella, el sueldo de todos los congresistas norteamericanos, el coste de los viajes que realizan, un epígrafe que se da en llamar “revelaciones financieras”, los regalos recibidos y las subvenciones, y todo ello recopilado miembro a miembro de cada una de las dos cámaras, ora representantes, ora senadores. Si entra Vd. en ella y se sumerge en sus interioridades, quedará asombrado por la clase y detalle de la información que se pone a su disposición.
En la sección About us de la página, Legistorm, que se presenta, y así ha de ser, como de iniciativa privada, dice de si misma lo siguiente:
“LegiStorm nació en septiembre de 2006. Nuestra web se dedica a proveer de información sobre el Congreso de los Estados Unidos.
Establecida en Capitol Hill en Washington D.C. la primera información que legistorm suministró fue una base de datos sobre los salarios del personal del Congreso, a lo que ahora añadimos información suplementaria de interés, tal como la más amplia base de datos sobre viajes financiados por entidades privadas realizados por miembros del Congreso y personal del Congreso.
La información se provee de una manera estrictamente objetiva, sin ánimo partidista alguno. No tenemos afiliación política más allá de hacer que el trabajo del Congreso sea tan transparente como posible. Esperamos ser fuente de utilidad para periodistas, investigadores, componentes de los lobbies, y miembros del personal del Congreso, presentes y potenciales, así como a los ciudadanos de a pie que simplemente quieran saber como se gastan sus representantes el dinero público”.
¡Qué bonito, ¿verdad?! El día en que nos enteramos de que la directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara*, mientras era portavoz socialista para políticas sociales e igualdad del Parlamento gallego, aún teniendo coche oficial y careciendo de carnet de conducir y de automóvil de su propiedad pasó cargos de 31.000 Euros por kilometraje ¿no creen Vds., como yo, que en España, y por muy yankee e indigerible que se nos haga, se hace urgente una tormenta legal como la que nos propone legistorm?
(*) Laura Seara, para que vayan Vds. conociendo la catadura y la cara-dura del personaje, es la misma que en su día declarara que ayudar a la mujer embarazada sin recursos era ultraderechista, declaración que, sin duda, debió de convertirla en la persona idónea para la alta responsabilidad a la que a continuación la llamó la Ministra de Igual-Dá, a saber, directora general del Instituto de la Mujer. Pues bien, con lo que Laura Seara ha cobrado indebidamente por un kilometaje que nunca se produjo, equivalente al sueldo anual de cuatro personas con el salario mínimo, podría haberse ayudado con 300 Euros a más de cien de esas mujeres, pobres y embarazadas ¡habráse visto la desfachatez!, a las que ella tanto desprecia.