El movimiento provida en España hoy en día, con toda sinceridad, está agonizante. Esto no quita que haya personas excepcionales y que se hagan cosas buenas, claro que sí, pero con toda sinceridad, su repercusión social y efectividad son a día de hoy más que limitadas.

¿Qué se ha hecho mal? En mi opinión hay una cuestión principal y otras secundarias.

La cuestión principal ha sido la elección de la aconfesionalidad como bandera, que, si bien obedece a motivos lógicos, creo que es un error.

El motivo por el cual se decidió parece razonable, no es necesario ser católico para defender la vida, esto es cierto, o lo es hasta un punto. Me explico, hay personas de bien cuya razón les dice que matar a un niño no nacido es una atrocidad, y no son católicas, como Gandhi, o ni siquiera son creyentes como la asociación SecularProlife. Hasta aquí nada que objetar. Pero hay varias matizaciones:

Dentro de las cuestiones secundarias se me ocurren varias:

¿Cómo nos han traído la cultura de la muerte? Cambiando nuestra mentalidad poco a poco, llamando a nuestros deseos derechos, manipulando nuestras emociones, endureciendo nuestros corazones con el pecado. ¿Cómo podremos acabar con ella? Con el proceso contrario: proclamando la verdad, liberándonos del pecado, cambiando nuestro corazón de piedra por un corazón de carne… y eso, solo lo hace Dios, aunque para ello quiera nuestra colaboración. Pero, ojo, a su manera, a la manera de Evangelio, no solo con los medios humanos, de otra manera la batalla  estará ya perdida.