Querida Manolo,
apelar a la teología, es decir, a Dios, es el único camino verdadero para afrontar estas cuestiones tuyas. Excluir a Dios de la ecuación supone que la verdad, la belleza, la bondad, la maldad, el arte, la ciencia o cualquier cosa, dependen de autoridades subjetivas. En nuestro mundo, las dominantes son el Estado y el mercado. Aunque también hay quienes se consideran a ellos mismos los elegidos para decidir qué es el bien y qué es el mal, en nombre propio o de cualquier ídolo inventado o tradicional. La nueva religión posmoderna incluye dogmas intocables como la igualdad -que no existe-, la ecología exagerada, el cientifismo y, por supuesto, el relativismo moral e intelectual. Cualquiera que se atreva a atacar estos dogmas será quemado, como me ha sucedido, en las hogueras de las nuevas inquisiciones progresistas.
Dios no crea al hombre y a la mujer iguales, sino complementarios. Es decir, que no pueden realizarse plenamente el uno sin el otro: no están completos. En el mundo natural no existe la igualdad en ningún sentido y bajo ningún concepto; y entre los humanos existe la igualdad en cuanto a su dignidad como tales seres humanos, como hijos de un mismo padre Dios. Esta igualdad en dignidad la roba el estado moderno gracias a las ideologías -sobre todo a Hegel- para deformarla en una igualdad en el sometimiento al estado o al capital. Hablamos, en un caso, de súbditos bajo el optimista témino de "ciudadanos"; y, en el otro, de nuevos esclavos productores/consumidores. Por tanto, no hay igualdad, no debe haberla, no puede haberla, mas que en la dignidad suprema de todo ser humano por el mero hecho de serlo.
Se dice que el feminismo es la revolución mas importante de la historia. Y lo es, en tanto que destruye el papel de la mujer como base y fundamento de la familia, como base y fundamento de la sociedad y de la reproducción de la especie. Destruido todo ello, el feminismo destruye, por tanto, a toda la especie humana.
El feminismo es el suicidio de la humanidad.
La más alta función que puede asumir un ser humano, que es la de DAR VIDA, formar y educar a nuevos seres humanos en valores positivos y verdaderos, ha sido reemplazada por el feminismo y eliminada para dar paso a una mujer productora/consumidora/esclava, bien del Estado -con el comunismo o el fascismo- o bien del peor de los capitalismos globalistas, que es el que vivimos ahora. Cuando las grandes multinacionales enarbolan las banderas y ponen millones de euros detrás de las mismas ideas que se quieren progresistas o revolucionarias, tales ideas y tales revoluciones no lo son en absoluto: si Nike, Microsoft o la propia OTAN abanderan el movimiento LGTBIQ, tal movimiento forma parte estructural del sistema. Es fácil ver que un ser humano sin familia, rotos todos sus vínculos, aislado, abducido por las pantallas, esclavizado por sus pasiones, encadenado por la tecnología, tal individuo es el ser mas manipulable y dócil que ha conocido la historia. Que estas certezas, es decir, que la hierba es verde, las vacas dan leche, los hombres tenemos pito y las mujeres vagina, tengan que ser defendidas, da idea de la inmensa locura en que se ha sumido el mundo desde 1789.
Puedo añadir que esta situación no es nueva. Pervertir el significado de las palabras y de los conceptos hasta vaciarlos por completo de contenido y hacer que signifiquen otra cosa cualquiera, se vivió en la Grecia de los sofistas y llevó a tal desorden social y político que cuando Sócrates denunció semejante despropósito fue eliminado por defender, simplemente, no ya una verdad objetiva, trascendente, como Jesucristo, sino una mera verdad natural conocida por la conciencia de cualquier hombre y mujer sensatos, y que durante toda la historia ha facilitado la convivencia e impedido buena parte de los crímenes que podían haberse cometido. Desde los sumerios hasta los romanos, la preocupación por el derecho y la justicia ha sido una constante en la humanidad. Solo hay que ver que el derecho actual en Occidente es, en un 110%, derecho romano. Pero éste se basa en verdades objetivas inapelables. De otro modo, matar sería bueno, robar seria lícito, violar sería juzgado como diversión, destruir la propiedad ajena sería considerado un legítimo derecho producto de un "legítimo sentimiento" de ira. Esto es exactamente lo que sucede con la "okupacion" de propiedades ajenas bajo la protección de las leyes, hoy, en España .
Volviendo al principio, esta subversión de todo concepto razonable, natural incluso, en la historia del ser humano, ha llevado a las mayores calamidades que se han conocido, todas durante los siglos XIX, XX y XXI, todas como fruto ponzoñoso de ideologías tan sentimentales como diabólicas. Tan "bien intencionadas", algunas de ellas, como devastadoras para los hombres y las mujeres. Como sabes, no hay nada mas peligroso que un tonto con pistolas.
En tu caso hay una diferencia muy elemental: no es lo mismo el cambio superficial producido por el rock and roll, que el cambio más profundo del descubrimiento del fuego, o que la ruptura absoluta con la naturaleza humana que producen ciertos neofeminismos. No podemos equiparar los mismos cambios: hay terremotos, tormentas y vientecillos que rompen las hojas de los árboles. Yo hablo de terremotos ideológicos. Por otra parte el fuego no violenta la naturaleza. El fuego está en la naturaleza, en los volcanes, etc; lo que hace el hombre es dominar el fuego. No extingue el fuego en su esencia, que es lo que propaga y ejecuta el feminismo. Por otra parte, un argumento sólido por sí mismo es precisamente aquel que cierra el círculo argumental, no el que deja cabos sueltos y termina, por falta de razones, con el ridículo ataque ad hominem.
Vamos a ver. Tienes la típica confusión del progresismo ideológico, que consiste en negar lo natural cuando conviene y en afirmarlo cuando conviene para otros fines. El progresismo posmoderno niega la naturaleza al defender el aborto y la eutanasia, y cuando impone determinadas ideologías por la fuerza de las armas, o del dinero, o de ambos sobre los individuos. Pero, por otra parte, idolatra a la naturaleza cuando pretende la extinción del ser humano para que no contamine el planeta. Como sabes, hay grupos en Inglaterra y Canadá que desean la extinción del ser humano y, por lo tanto, son abortistas, antinatalistas, y han planeado la extinción de la población mundial empezando por los pobres. La estructura social tradicional, que es la que ha funcionado desde hace unos 10.000 años antes de Cristo hasta la Revolución Francesa, se inspira -porque el hombre no tiene otro lugar para inspirarse- en las jerarquías naturales. Repito, el hombre no tiene otro modelo que la naturaleza para mirarse. Sólo cuando se mira el ombligo en exceso, lo cual hicieron los sofistas presocráticos -y luego el atormentado Descartes-, sólo cuando el egoísmo le vence, genera los monstruos de las ideologías. Como dijo Goya: "el sueño de la Razón produce monstruos". Nada hay más antinatural, pues, que las ideologías surgidas de la Revolución Francesa. Y nada hay más natural que la estructura de poder jerárquica, con un rey o autoridad superior a la cabeza, llámese faraón, emperador, panteón de los dioses, Yahvé o la Santísima Trinidad. Puede parecerte autoritario y jerárquico, pero, con seres humanos sobre la tierra o sin ellos, el león mata a la gacela: es lo natural. Ahora, ¿afirmas o niegas la Naturaleza?
Ante tu estupidez, tu evidente falta de recursos para el debate en todos los medios nacionales e internacionales, y tu aplastante ceguera frente a lo que te han vendido esos mismos medios de comunicación, doy por terminada aquí esta discusión porque no suelo hacerlo con individuas, que insultan sin motivo, descalifican sin causa, y agreden sin razones.
Queda en paz, si puedes, Manola/o.