Año del Señor 2024
16 de mayo
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿DÓNDE TENGO ENRAIZADA MI VIDA?
Cómo me impresionaba ver la fuerza del viento. Ayer hacía cimbrear de un lado para otro las ramas de los árboles de nuestro jardín, que, lejos de quebrarse, jugaban al compás del viento.
Observando, encontraba algo en común en los árboles: unas raíces fuertes y arraigadas que sostienen. Después, el tronco, inamovible, que da firmeza y en cambio las ramas poseen una cierta flexibilidad para adaptarse.
Aquello me dio mucho para orar, porque en realidad nuestra vida también necesita estar bien arraigada en una “tierra fuerte”; hemos de tener algo “troncal” como apoyo de nuestra existencia. Y a su vez, necesitamos cierta flexibilidad para poder estar completos.
La “tierra firme” donde enraizar nuestra vida es Cristo; todo lo demás, antes o después, se vuelve inconsistente. Lo troncal e inamovible es nuestra fe, asentada en la Iglesia, que da firmeza a nuestra vida y un sentido con miras a la eternidad. Y las ramas son nuestras peculiaridades y dones personales, que también crecen y dan fruto al mismo tiempo que todo el árbol completo.
Sin embargo, a veces me veo a mí misma “por las ramas”, queriendo crecer personalmente, alargar mis ramas para dar fruto... Y esto es bueno, menos cuando presto menos atención a la raíz y al tronco de todas las cosas.
Así nos lo explica Cristo en la parábola de la casa edificada sobre roca firme. Él desea que edifiquemos nuestra vida, que crezcamos, que alberguemos a los demás en ella, y para que sea posible, solo necesitamos construirla sobre Él que es nuestra “roca firme”. ¡Nada de lo que nos sobrevenga podrá derribarla!
La cuestión es… ¿y cómo se cimienta la vida en Cristo? No se puede dar una respuesta rápida... sin embargo, sí nos podemos preguntar en qué realmente estamos enraizados, y desde ahí pedirle al Señor que Él sea nuestra “tierra firme”.
Hoy el reto del amor es preguntarse en qué he enraizado mi vida. Busca un rato de oración para poder hacerte esta pregunta ante el Señor. Ahí está Él, para que tus raíces vayan extendiéndose hacia Él, de quien reciben la fuerza y el alimento.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!