Poco después de ganar las elecciones autonómicas del año pasado y auparse al gobierno en la Comunidad Autónoma Gallega, el Sr. Núñez Feijoo realizó unas declaraciones en las que no hacía sino ratificar las promesas de la campaña electoral que le llevaron a la victoria, sobre la nueva política a seguir en Galicia en lo tocante a la lengua vehicular de la enseñanza. En esas declaraciones que Vd. puede encontrar en la página web de Galicia Bilingüe, el Sr. Núñez Feijoo hacía afirmaciones del siguiente tenor:
 
            “A nosotros nos parece [...] que el idioma en el que se den las asignaturas troncales [...] deberían elegirlo los padres”.
 
            “Vamos a establecer libertad claramente dentro de clase para que el alumno pueda dirigirse al profesor en cualquier idioma, para que el alumno pueda hacer el examen en cualquier idioma, y para que el alumno pueda comprar el libro de texto en cualquier idioma”.
 
            “El tercer estadío de esta reforma consistirá en preguntar [...] a los padres [...] en qué idioma quieren que sus hijos estudien las asignaturas troncales [...] Y esa respuesta de los padres es la que va a conformar definitivamente nuestra propuesta de nuevo decreto, nuestra propuesta de nueva política lingüística”.
 
            “Vamos a intentar seguir promocionando el uso del gallego [...] pero eso desde luego lo vamos a hacer en un marco de libertad linguística. Primero porque creemos en ello; segundo porque formaba parte de nuestros compromisos electorales [...]; y tercero porque es muy importante que en política se mantenga la palabra dada y eso es una palabra que yo he dado”.
 
            Pues bien, de esa palabra empeñada por el Sr. Núñez Feijoo es de lo que quiero hablar hoy. Y es que de las declaraciones del nuevo presidente de Galicia se extrae que el nuevo modelo de enseñanza en la entrañablemente española región no debería sostenerse sino sobre la libertad de elección de la lengua vehicular por parte de los padres. Y sin embargo, la realidad, -y lamentablemente para el Sr. Núñez Feijoo en detrimento de la palabra empeñada-, es muy otra, pues es la que viene representada por el nuevo Decreto de gallego en fase de borrador presentado por el propio Gobierno del Sr. Núñez Feijoo, en el cual se establece lo siguiente:
 
            “Artículo 4.1. En educación primaria, ESO y bachillerato [...] se establece que un tercio de las horas semanales se oferten en gallego y otro tercio en castellano, y se prevé que el tercio restante se pueda impartir en lengua extranjera.”
 
            Por si aún quedara alguna duda, sólo unas líneas más adelante se redunda en la idea, lo que, amén de contribuir a clarificar la naturaleza de la clase de sistema que se pretende implantar, un sistema de imposición lingüística y no de libertad, da fe tanto de la obsesión del legislador en el tema, como de su escasa profesionalidad y capacidad de síntesis para redactar un texto normativo:
 
            “Artículo 4.3. [...] En cualquier caso, el número de materias ofertadas en gallego y en castellano, respectivamente, no será inferior a un tercio del horario lectivo semanal y no se podrá ofertar un número de materias en lengua extranjera que supere un tercio del horario lectivo semanal.”
 
            El engaño es de tal magnitud, que la propuesta no sólo abdica del modelo de libertad de elección prometido durante la campaña, tan válido para quien quiera estudiar en español como para quien quiera hacerlo en gallego, sino que es un nuevo modelo de imposición lingüística que, para colmo, salvo en algunos aspectos formales ni siquiera discrepa del preexistente, el que impusiera en su día el Decreto 124/2007 aprobado por el anterior Gobierno de coalición entre el separatismo gallego y el pesoísmo, en el que se establecía lo siguiente:
 
            “Artículo 8. En toda la etapa de educación primaria [...] se impartirán obligatoriamente en gallego las áreas de matemáticas, conocimiento del medio natural, social y cultural y educación para la ciudadanía y derechos humanos [...].
 
            Artículo 9.1. En la educación secundaria obligatoria se impartirán en gallego las siguientes materias: ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, geografía e historia, matemáticas y educación para la ciudadanía [...]
 
            Artículo 10. En el bachillerato, el alumnado recibirá por lo menos, el cincuenta por ciento de su docencia en gallego.”
 
            Decreto que, ni que decir tiene, he tenido que traducir yo mismo. No espere Vd., amigo lector, encontrarlo escrito en español, al fin y al cabo, una lengua tan propia de Galicia como el mismo gallego, y una de las dos lenguas oficiales de la región según marca su Estatuto.
 
            De donde se infiere que el único cambio que propone Feijoo es introducir una tercera lengua en el sistema, inglés o cualquiera otra extranjera, lengua que, por otro lado, los funcionarios actuales están incapacitados para impartir y seguirán estándolo durante mucho tiempo, la cual se utiliza como coartada de un cambio, que, de hecho, no ha tenido lugar. Porque si se dan Vds. cuenta, mientras el decreto vigente obliga a la recepción en gallego de un 50% de las asignaturas, con el decreto que se pretende aprobar, y dado que la pretensión de impartir las asignaturas en inglés no pasa de ser un brindis al sol que ya me dirán Vds. como se lleva a la práctica en Vilarinho das Paralheiras y aún en Vigo, la proporción entre las enseñanzas impartidas en gallego y en español sigue siendo del 50%. En definitiva, un nuevo episodio de ese ejercicio de cinismo e hipocresía al que nos tienen acostumbrados los políticos patrios consistente cambiar todo lo que hay que cambiar para hacer lo que les place, aunque sea lo contrario de lo que dicen hacer.
 
            Al Sr. Núñez Feijoo, en su día, se le reprochó editar la página del PP de Galicia sólo en gallego, acusación a la que se respondió de similar manera a como reacciona ahora con el Decreto del gallego, haciendo como que se hacían cosas para en realidad no hacer nada. Si Vd., amable lector, intenta entrar en dicha página, encontrará que ésta sólo se abre en gallego. Una lengüeta en la parte superior derecha le da la opción “cambiar de lengua”, sutil manera de sugerir a quien entra en la página del PP que si no la lee en gallego, la está leyendo en una lengua que no es la de los gallegos, como si el español no fuera la lengua mayoritaria en Galicia. Pero lo más grande del caso es que si aún superando dicha dificultad opta Vd. por el castellano, esto es, “la otra lengua”, más de la mitad de la información continúa apareciendo sólo en gallego.
 
            Y es que no en balde, el Sr. Núñez Feijoo es aquél que el pasado 4 de febrero de 2007 declaró en una entrevista en Radio Galega que el Estatuto de autonomía de Andalucía que define en su preámbulo a Andalucía como “realidad nacional”, era “demasiado españolista” para Galicia.
 
            Lamentablemente, si Vd. es gallego y lo que quiere es no votar una alternativa nacionalista, el Partido Popular ha dejado de ser su opción. Y me pregunto yo: ¿Tan difícil se está poniendo en España esto de ser simplemente español? ¿Tan difícil se está poniendo en España apostar simplemente por la libertad? ¿Tan difícil aceptar que quien quiera hablar gallego y educarse en gallego, hable y se eduque gallego, y quien quiera hablar español y educarse en español, hable y se eduque español?