Tras el Año Paulino (2009) los católicos, por decisión papal, estamos celebrando el Año Sacerdotal (2010). Su solemne Clausura será en la misa presidida por el Papa en la Plaza de S.Pedro, el viernes 11 de Junio, festividad del Sdo.Corazón de Jesús.
Estos meses se dedican, de modo especial, a rezar por los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales. Ante la falta de ambas, en todas partes - ( “la mies es mucha y los operarios pocos”..) resulta vital que se cuente con todas las fuerzas vivas de la Iglesia. Entre ellas, de modo especial, con aquellos sacerdotes, que al paso de los años, han ido dejando jirones de sus vidas en favor de los demás.
Diezmados por el paso de los años-jubilados por la Iglesia a los 75 años- y por el peso de los achaques de salud, todos tenemos presentes las palabras de la Biblia: “ Tú eres sacerdote para siempre”.
He aquí una sugerencia que hago a todos mis hermanos : Ningún sacerdote debería dejar de estar en activo, si sus fuerzas se lo permiten. Su oración, su ejemplo de vida, el santo sacrificio de la misa, el oír las confesiones de tantos fieles, que buscan el perdón y la paz, su atención como capellanes donde les necesitase y fungir como directores espirituales de almas, movimientos y asociaciones etc… Son tareas más que suficientes para llenar unas vidas no exentas del merecido descanso. ¡Qué labor más importante, gratificante y a la vez callada, la que pueden realizar los sacerdotes mayores¡