Año del Señor 2024
11 de marzo
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿CONFÍAS?
Hace unos días, me hicieron una resonancia magnética del tobillo. Tuve una caída y al finalizar la rehabilitación, el médico quería ver cómo había quedado. Cuando llegué, un enfermero me dio instrucciones muy claras y me invitó a tumbarme para introducirme en un túnel. Me dio unos tapones y me dijo que el aparato hacía mucho ruido, por lo tanto, era mejor ponérmelos.
No sentí nada, solo ruidos fuertes. La verdad es que confié en esta persona, hice lo que me dijo y dentro de unos días me dirán el resultado. Me di cuenta de que tenía que confiar en las personas, en la máquina y en el resultado. Ellos me dirán cómo está el tobillo.
Cuando salí, me di cuenta de la cantidad de actos de confianza humana que realizamos, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Confiamos en un montón de cosas, desde el que ha empaquetado el café que tomamos al levantarnos, hasta el que nos lleva al trabajo, el médico cuando nos ocurre algo... confiamos humanamente en un montón de situaciones y personas.
Y entonces, ¿por qué nos cuesta tanto confiar en el Señor? ¿Quizás porque no lo ves? ¿O porque no lo conoces? La realidad es que cuando tenemos que confiar en Él, solemos pensárnoslo. Y resulta que Jesús, que nunca te va a hacer daño, es la persona que más te ama en el mundo, que siempre está cuidándote, aún cuando tú no te enteres.
Siempre se está entregando para que tú tengas vida. En Él podemos descansar nuestro corazón, porque sabemos que no falla. Pero esto no solo tenemos que saberlo de memoria o de oídas. Tenemos que saberlo con el corazón, porque la confianza está muy unida a lo más íntimo de nuestra vida.
Hoy, el reto del amor es darte cuenta de la cantidad de actos de confianza humana que haces a lo largo del día, y los actos de confianza que haces en el Señor. Confía en Jesús, es vivir.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!