Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25

La historia de los piques entre Jaén y Granada es muy singular por jocosa, sobre todo, porque una provincia es como la conocemos en la pobreza y mendicidad, y la otra revolotea en el arte, en la cultura y en el nivel superior de vida comercial y turística. Desde hace pocos días Granada puede presumir de estar en la red del tren Ave, con todo merecimiento. Algunos ilusos de Jaén han pretendido sembrar cizaña entre los habitantes de ambas provincias. Pugna inútil y estéril.

En los tiempos de Jesús de Nazaret, según nos narran los evangelios, existía una región de nombre Samaria, con cuyos habitantes el resto de paisanos, los de Judea y Galilea, mantenían pulsos de falta de convivencia y aceptación de sus formas de vida. Un buen día el Señor caminaba por Samaria y se sentó junto al pozo de Jacob, al cual acudió una mujer a sacar agua. Jesús estaba sediento y le rogó que le diera de beber. La chica estuvo remisa ante la petición, pero al final entregó el liquido elemento al Hijo de Dios, quien aprovechó el momento para darle una catequesis personal y social, destacando que las diferencias entre las regiones no conducen a nada positivo, salvo a la amargura personal y social. La escena terminó con la conversión de la  mujer y gentes del pueblo cercano.

Granada presume de su tren Ave, pero hace tres días en la edición digital  del diario Abc, apareció un artículo firmado por Carlos Manso Chicote, quien destripa los pros y contras del nuevo servicio que Renfe ha abierto camino a la ciudad de los cármenes. Entre los puntos negativos pone uno singular: la variante ferroviaria de Loja presupuestada en equis millones, y por motivos de los recortes de la crisis económica, se optó por mantener la vieja vía que pasa por la estación de San Francisco de la ciudad lojeña. Este enjuague supone que el nuevo Ave pase por ese lugar  a 37 kilómetros por hora, lo que es un desdoro en un servicio que presume de ser alta velocidad sobre caminos de hierro, como llamaban los indios del Oeste americano al tren que vieron construir durante la centuria decimonónica.

Sinceramente, quien desee leer el artículo citado dejo el enlace correspondiente: https://www.abc.es/economia/abci-granada-nace-polemica-variante-crisis-economica-llevo-201906270203_noticia.html. Encontrarán otros agujeros en el nuevo invento para Granada.

Llegados a este punto, no siento ninguna envidia a los vecinos de la provincia hermana, ni los comparo con que Jaén es una cenicienta en el reparto de beneficios y servicios de comunicación. Prefiero que la línea de Ave a Jaén venga por la vertiente natural: Despeñaperros, para evitar chapuzas como la ejecutada en la ciudad de Loja. Además, según los estudios económicos últimos, el sistema ferroviario de Ave es deficitario para la empresa del sector, porque faltan viajeros y el mantenimiento de las vías es alto costoso a las arcas que no llegan a llenarse. La línea Toledo-Cuenca ha sido suprimida por estos motivos.

Los expertos suponen que la liberalización del sector, permitiendo la entrada de otras empresas usuarias de la red ferroviaria ayudará a que mejoren los servicios y los beneficios para usuarios y emprendedores. Pero esto está por ver. Ahora mismo importa que Granada y Jaén nos llevemos bien, como Jesús de Nazaret rogó a la mujer samaritana en su diálogo.

Tomás de la Torre Lendínez