“Había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino y la madre de Jesús le dijo: ‘No les queda vino’. Jesús le contestó: ‘Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora’. Su madre dijo a los sirviente: Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 111).