Creo sinceramente que el mayor mal que aqueja nuestra sociedad es el aborto, el que las leyes amparen el exterminio de miles de vidas de niños en el seno de sus madres es fruto de una ruindad y degeneración moral en grado sumo y tambien raíz de muchos de los males que nos aquejan.
Hay que apoyar cualquier iniciativa y esta de recoger firmas para solicitar una consulta popular, en forma de referéndum, es desde luego una buena manera de hacer ruido y de conseguir que este asunto no caiga en el olvido de una sociedad adormecida y atontada al son de las “nanas” entonadas por “el poder” a través de los medios de comunicación.
Pero… ¿es realmente una buena idea el pedir una consulta? Yo creo que no por dos motivos:
2º Por una cuestión eminentemente práctica: ¿Qué ocurriría, si una vez celebrada la consulta, la mayoría apoya el aborto?, no hay que ser muy astuto para ver el poder de manipulación, y de medios manipuladores, de los que dispone el adversario. Y si en el mejor de los casos la sociedad mayoritariamente se mostrase, en dicha consulta, contraria al aborto ¿cuanto duraría dicha negativa?, aunque se ganase el referéndum el derecho a la vida entraría, porque nosotros lo habríamos metido, dentro de las cuestiones opinables y los partidarios del aborto repetirían una y otra vez la consulta hasta alcanzar sus objetivos, ¿Qué paso con los referéndums sobre el divorcio en Irlanda?, y la situación seria aun peor que la actual, porque estaríamos igual que ahora, pero moralmente desarmados.
Pediría a los responsables de esta campaña que considerasen estos argumentos y reorientasen la estrategia impulsando una Iniciativa Legislativa Popular, por ejemplo, en vez de un referéndum.
Germán Menéndez