Después de atiborrarnos la cabeza desde hace ya varios años con la supuesta brecha existente en los salarios de hombres y mujeres con titulares que hablan del 15, del 20 y hasta del 30%, -una de las cosas divertidas de la brecha salarial es que se estira como un chicle según el humor del periodista y lo mismo puede ser del 7 que del 30-, ahora los estrategas del Lobby de la Ideología de Género han descubierto un nuevo argumento del que de momento tiran tímidamente, pero que, no les quepa duda, va a ser el caballo de batalla en un próximo futuro: las pensiones. Porque en las pensiones, la brecha hombre-mujer ya no es del 7, del 8 o del 15%... ¡¡¡es del 48%!!! Tomen nota porque el argumento lo van a escuchar Vds. con frecuencia (yo ya lo he escuchado en alguno de los teleadoctrinarios televisivos): “las mujeres españolas, por el solo hecho de ser mujeres… ¡¡¡ganan el 48% menos de pensión que los hombres!!!”
Lo que no nos dicen, porque siempre se callan la parte del argumento que no les interesa, es que las mujeres que hoy día están cobrando pensiones son mujeres pertenecientes a una generación donde la mujer no trabajó, y que la pensión que ahora cobran es la pensión de viudedad que dejó a su favor un hombre que sí trabajó y, en consecuencia, cotizó a la seguridad social.
Dado que la edad a la que los hombres de esa generación de la que hablo se casaron viene a ser unos cinco años superior a aquélla a la que lo hicieron las mujeres, y dado que los hombres viven en España de media casi cinco años menos que las mujeres, la más sencilla teoría de la probabilidad dicta que, de media, la mujeres españolas vienen a ser viudas unos diez años de su vida, durante los cuales cobran una pensión de viudedad que generó con sus cotizaciones a la seguridad social su marido trabajador.
Esa pensión de viudedad, en España, asciende como mínimo al 52% de la que cobraba el marido y como máximo a un 70%. Pero es una pensión de la que, por cierto, tiene que vivir ahora sólo una persona, la viuda, y no dos, como cuando el marido vivía y de su pensión se alimentaban él y su mujer.
¿Es justa esta situación? Pues seguramente no del todo, porque como dice mi hermano Alejandro, los gastos en los que incurre una persona sola frente a una pareja no son la mitad ni el 52%, son más: se sigue pagando la misma renta por la casa y aun cuando uno se mude a otra menor no paga la mitad sino más; se sigue pagando la misma electricidad, el mismo teléfono, casi igual de agua… Y también porque, como dice mi amiga Pilar, sigue sin valorarse en términos económicos el esfuerzo inmenso de la madre que se ha quedado en el hogar para hacer ese trabajo abnegado, silencioso, impagable e impagado que es gobernar la casa y sacar adelante las numerosas proles que harán después posible el mantenimiento del estado del bienestar del que hoy disfrutamos. Ahora bien, convengamos, haber valorado dicho trabajo como merece habría representado un importante incremento de la carga fiscal… ¿habríamos estado dispuestos a aceptarlo? ¿lo habrían estado las mismas que después serán viudas durante diez años de su vida?
Bueno, del todo justo no es, de acuerdo. Ahora bien, ¿discriminatorio?, ¿es discriminatorio? Pues no, porque en los casos escasos -porque la sociedad no lo requería así y basta, no tenemos porqué criticar todas y cada una de las cosas que hicieron nuestros padres- en los que es la mujer la que trabajó y el hombre el que se quedó en casa, cuando a él le tocó cobrar la pensión de viudedad no cobró más de lo que habría cobrado una mujer en su lugar. El sistema, con todas sus carencias, era el mismo para todos.
Es más, si lo piensan Vds., la mujer incluso cobró más que el hombre, bastante más en realidad, porque se benefició de la mitad de la pensión de su marido mientras vivía, y después de su propia pensión durante los diez años en que fue viuda.
Pero nada de eso va a salir en los teleadoctrinarios de la 1, la 2, la 3, la 4, la 5… etc. etc. etc.. El argumento será: “Si la brecha entre hombres y mujeres ya era grande en los salarios… esperen Vds. a escuchar ahora la que existe en las pensiones: ¡¡¡un 48%!!! ¡¡¡La mayoría de las mujeres pensionistas ganan un 48% menos que los hombres pensionistas!!!”.
En fin, amigos, es lo que hay. De momento, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.
©L.A.
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