En efecto, tengo para mí que mi capacidad lectora disminuye de modo alarmante con el paso de los años. Aunque quizás no se trate de eso, sino de mi capacidad para comprender lo que leo. Ya no interpreto correctamente lo que se dice, y eso puede provocar graves errores que me hagan juzgar de forma equivocada a excelentes y muy santas personas. Por esta razón hoy debo pedir ayuda al amable lector.
Es el caso que acabo de leer en un diario de ámbito nacional las declaraciones de Miguel Fernández, que se presenta como portavoz de la Coordinadora de Creyentes Gallegos, entidad que al parecer agrupa a una veintena de colectivos católicos de Galicia, en las que afirma que sobre el aborto "no tiene sentido decir que es un pecado" y que "el aborto es una realidad que existe y no se puede penalizar". Y ante estas afirmaciones me declaro completamente tonto, lerdo e incapaz de ninguna forma de comprensión.
Preguntaré primero al autor de tales consideraciones, en busca de alguna luz para mi inutilidad. Atiéndame, D. Miguel, por favor:
-La Iglesia Católica dice que es un pecado y usted dice que es católico, ¿por qué no tiene sentido decir que el aborto es un pecado?
En mi creciente estupidez, me da por pensar que o bien usted no es católico, ya que para un no católico el concepto de pecado es irrelevante, o bien miente al decir lo contrario de lo que dice la Iglesia. Pero bueno, esto sólo afecta a la vertiente confesional del asunto. Vayamos ahora a su argumento sociojurídico, que es más general y ya no se circunscribe al ámbito confesional:
-Según usted, el aborto es una realidad que existe.
-Por esta razón imperativa, no se puede penalizar.
Por tanto, la razón imperativa que otorga el hecho de existir nos ilustra sobre una nueva ordenación penal que se basa en ese imperativo, de donde se sigue que ningún hecho social existente puede ser penalizado. Veámoslo:
-"El asesinato es una realidad que existe y no se puede penalizar"
-"El robo es una realidad que existe y no se puede penalizar"
-"El secuestro es una realidad que existe y no se puede penalizar"
-"La violencia contra las mujeres es una realidad que existe y no se puede penalizar"
-"El maltrato a la infancia es una realidad que existe y no se puede penalizar"
No tengo ganas de seguir. La cuestión, como decía al principio, es que ya no comprendo lo que leo. Por esta razón iré al diario Público a pedir ayuda, ya que al parecer es el único lugar donde se refugian las pocas mentes que hoy en día están capacitadas para entender el demencial discurso que se vomita desde la Moncloa.