Año del Señor 2018
25 de febrero
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
REPARACIONES
El otro día, al ir a sacar un jersey de mi armario, descubrí que, en la parte de abajo, la esquina de la puerta rozaba con la base, y, a fuerza de abrir y cerrar, ¡lo estaba rayando!
¡Sólo me faltaba, estropear los muebles! Cual flecha, fui en busca de un destornillador.
La puerta en cuestión tiene tres enganches, cada uno con dos tornillos para ajustar la altura, la inclinación... pero del manual de instrucciones, no encontré ni la sombra.
“Nada, esto es cuestión de ir probando”.
Apreté los tornillos de abajo con todas mis ganas. Evidentemente, se me fue la mano... ¡la puerta no tenía ángulo para cerrar!
Tras aflojarlos, subida a la escalera comencé a hurgar los tornillos más altos. Un terrorífico “¡Clonkc!” me hizo percatarme de que de nuevo me había equivocado: el enganche se soltó por completo (menos mal que había otros dos, que, si no, me veo en el suelo, puerta y escalera incluidas).
Rápidamente apreté los tornillos, recolocando la puerta... ¡y resultó que estaba ya en su sitio! Yo creo que el Señor sostuvo la puerta en el lugar adecuado, que, si no, no me lo explico...
De pronto descubrí... ¡que eso es la Cuaresma! La Iglesia nos regala este tiempo precioso para abrir los ojos, para descubrir ese punto en nuestra vida que está empezando tener rayones.
Es un buen momento para orar, para ver cómo está tu relación con el Señor, o con tu esposo o esposa, o con esa persona a la que quieres...
Con el día a día, es normal que surjan los roces, que se afloje algún tornillo. Pero no lo dejes estar, ¡ni te pongas a arreglarlo tú solo! Si con un armario se puede acabar por los suelos; con un corazón se pueden hacer destrozos...
Sólo Jesucristo conoce a fondo toda nuestra estructura, nuestros tornillos, el ángulo de nuestra puerta. Él es quién realmente puede indicarte cómo hacer la reparación. Cristo está deseando ponerse en marcha, pues sólo quiere verte feliz. ¿Te apuntas a la reparación?
Hoy el reto del amor es que, de la mano del Señor, mires tus rayones. ¿Dónde se atasca tu corazón? No dejes pasar el tiempo, permite que Cristo ponga a punto tus tornillos. Hoy ten un detalle con esa persona, que sienta que la quieres, ¡mucho más allá de los rayones que haya podido haber! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
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