Al igual que la New Age ha influido en la música, en las películas y en la moda, también ha tenido una influencia dentro de ciertas celebraciones, una de ellas es la Navidad. La New Age ha eclipsado el sentido cristiano de esta fiesta sustituyéndolo por un sentido ocultista, espiritista, y supersticioso. También ha llenado estas fechas de creencias mágicas, sobre los ángeles y sobre las energías divinas . Básicamente de dos formas ha influido la New Age en la Navidad: mediante el “espíritu de la Navidad” y “con las supersticiones de fin de año”.
¿Qué tiene que ver el Espiritu de la Navidad con la New Age?
En algunas páginas de internet definen asi el Espiritu de la Navidad : El Espíritu de la Navidad es una energía angélica que desciende al planeta Tierra el día del solsticio 21 de diciembre, su nombre es "Natívitas".Esta festividad toma la fecha del 21 de diciembre, día en que la Tierra entra en el Solsticio de Invierno, es decir, cuando el planeta se encuentra en el punto más lejano de su órbita respecto al sol; es la ocasión propicia para que, entre las diez y unos minutos pasada la medianoche (según el año) el Espíritu de Navidad baje a la tierra y visite a los hombres de buena voluntad que le dan la bienvenida, recibimiento que se retribuye con abundancia, paz y amor para los próximos doce meses. Bien a esa energía angelical, otras páginas la llaman Uriel:
La leyenda, según el ángel Uriel, relata que el espíritu llegó al planeta proveniente de una galaxia lejana y se instaló en la región Norte, en lo que hoy se conoce como la península escandinava. El espíritu de la Navidad es concebido no como una persona de carne y hueso, a pesar de que la leyenda así lo describe, sino más bien como una energía que viene desde del centro de nuestro sistema estelar y que llega año tras año para repartir, más que cosas materiales, aquello de lo cual los seres humanos no pueden prescindir: paz, amor, armonía y alegría. Se trata de una celebración Celta de más de 80000 años de antigüedad.
La gente que cree en esto, afirma que ese Espíritu es todopoderoso y derrama bienes sobre los hombres:
En tu nombre, Presencia Todopoderosa, doy la bienvenida al Santo Espíritu de Navidad, quien baja a este planeta con la misión de dar. Te saludo, te reconozco y te bendigo; te doy las gracias por la maravillosa labor de amor, alegría y paz que realizas. Abro las puertas de mi corazón y de mi hogar a tu radiación, y te reconozco como huésped privilegiado al festejo. Demando, acepto, recibo y realizo una abundante provisión para mí, para mi familia, mis amigos y para toda la humanidad ( pide salud, felicidad, prosperidad, abundancia, desarrollo espiritual y las cosas materiales que desees).
Es decir se trata de una creencia New Age que quiere sustituir al cristianismo por elementos esotéricos y ocultistas, pero también con la creencia en el panteísmo y en la angelología. Los principales errores teológicos son los siguientes:
1.-Consideran los ángeles como energía divina todopoderosa.
2.-Consideran que todos los bienes materiales, físicos y espirituales vienen de estos seres.
3.-Caen en el pancomismo budista.
4.- Se cree en la angelología de la New Age.
Empezaré analizando estos errores. La Enciclopedia de las Sectas del Padre Manuel Guerra define el concepto que tiene la New Age sobre los ángeles:
“Los conciben como energías, y como inmersos en campos energéticos y por lo mismo sumamente poderosos e influyentes aunque manipulables como cualquier otra energía.” El mismo libro cuando habla del concepto de Energía cósmica dice: “ Según la teosofía seria visible por clarividencia. La llaman energía y la apellidan con diversos adjetivos: cósmica, cristica universal, espiritual consciente, e incluso cuasi-divina. Otra denominación es “Cristo cósmico”, usado por la fundadora de Escuela arcana y buena voluntad así como por la Nueva Era, Todo queda reducido a energía: Espíritu Santo, los ángeles, Cristo, ….es también como el pancomismo, desacralización del panteísmo hindú.
Es decir, consideran a los ángeles como energías divinas, lo que hace creer que ellos pueden dar a los hombres dones y bienes, salud, trabajo, y cosas materiales. Todo es energía, caen en un pancomismo en el que no diferencian Creador de criaturas. Recordemos la enseñanza Paulina: Col 1, 16: «En El fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, los tronos, las dominaciones, los principados, las potestades» es decir, los ángeles son criaturas espirituales creadas por Dios, el ser divino, por lo tanto no pueden ser divinas.
A diferencia de la naturaleza humana, compuesta de cuerpo y alma espiritual, la naturaleza angélica es puramente espiritual, es decir, libre de toda ordenación a la materia, sin embargo el ser espiritual no les hace ser energías divinas y todopoderosas como las invocan los que creen en el Espíritu de la Navidad. La doctrina cristiana, enseña como San Gregorio Magno que : El ángel es solamente espíritu; el hombre, en cambio, es espíritu y cuerpo» (Moralia iv 3, 8). No son energía, son seres creados por Dios para servirle a él y ayudar a los hombres.
Por otro lado, creyendo estas cosas se nos olvida que todo lo recibimos de Dios como enseña Rom 11, 36 : “De Él y por Él y para Él son todas las cosas”. El afirmar algo no nos viene de Dios estaríamos diciendo, otro es creador además del mismo ser divino, con lo cuál habría varios creadores. El pedirle a los ángeles que nos traigan amor, paz, salud, cosas materiales, es afirmar ellos tienen ese poder, cuando nos olvidamos de que es de Dios de quien proceden todas estas cosas, los ángeles son servidores de Dios (Heb 1,14).
Será también el Concilio Vaticano I quien enseñe esta verdad en el Capitulo I cuando se aborda el tema de Dios creador de todo dice así (D 1783): Este solo verdadero Dios, por su bondad «y virtud omnipotente», no para aumentar su bienaventuranza ni para adquirirla, sino para manifestar su perfección por los bienes que reparte a la criatura, con libérrimo designio, «juntamente desde el principio del tiempo, creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, esto es, la angélica y la mundana, y luego la humana, como común, constituida de espíritu y cuerpo»
Por tanto los bienes no los recibimos de una energía cósmica divina, sino que todo nos viene de Dios, porque él nos ama y nos ha creado para participar de su amor.
Finalmente esta el tema de Uriel, este nombre que la angeologia de la New Age ha cogido de libros judíos apócrifos como el Libro de Enoc no es un nombre que la Iglesia Católica acepte. En el Concilio de Roma en 745, el Papa San Zacarías buscó aclarar la enseñanza de la Iglesia sobre los ángeles y refrenar ciertos excesos en su veneración que tendían a la idolatría. El sínodo restringió la veneración de los arcángeles a los nombrados en las Escrituras: Miguel, Gabriel y Rafael. Esta enseñanza nos la recuerda también el Directorio sobre piedad popular en el punto 217 ( Congregación para el culto divino): Se debe desaconsejar la práctica de asignar nombres a los Santos Ángeles, excepto en los casos de Gabriel, Rafael y Miguel, cuyos nombres están contenidos en la Sagrada Escritura
La Nueva Era en la superstición de fin de año:
El peligro de estas prácticas ( ritos de fin de año) es que nos lleva al olvido de Dios, a reconocer que es él quién dispone y nosotros debemos abandonarnos a su divina providencia. En Nochevieja y fin de año suelen ponerse en práctica varias de estas supersticiones o rituales, dando así a los elementos usados un “poder mágico “, que evidentemente no tienen.
El catecismo es muy claro sobre todo el numeral 2111 y 2138 destinado a las supersticiones, que además nos relacionan estas con la adivinación y la magia ¿Cómo podemos creer que por comer 12 uvas vamos a cambiar los planes de Dios para nosotros? ¿Cómo podemos creer que el usar un objeto como la ropa amarilla va a condicionarnos el tener buen o mal año? Estos objetos no tienen ningún poder, todo viene de Dios y del libre albedrio de los hombres. Estamos usando estos objetos como amuletos, dándoles un poder que solo tiene Dios.
La "suerte", entendida como una fuerza que pueda afectar el destino, no existe. El cristiano sabe que depende de la Providencia divina y que es responsable por su libre albedrío. La superstición es producto de ignorancia o de un vacío espiritual. Finalmente entendemos por superstición el dar culto a la criatura, culto que solo se le debería dar a Dios, afirmar que tenemos que recibir todos los bienes de una criatura es superstición y también afirmar que hay que hacer rituales para conseguirlos. Estamos atribuyendo a los ritos una virtud que no tienen, o una capacidad que no les ha sido dada. La persona supersticiosa pone la fe o confianza en ciertas cosas, que el cree van a darle beneficios cuando realmente no tienen ningún poder esos objetos. El mismo San Agustín ya cuestionaba todo esto:
Es execrable la superstición de los amuletos, entre los que hay que contar los pendientes que los varones llevan en la parte alta de una de sus orejas, no para agradar a los hombres, sino para servir a los demonios. ¿Quién necesitará buscar prohibiciones especiales en las Escrituras para esas nefandas supersticiones, cuando el Apóstol dice en general: No quiero que os hagáis socios de los demonios , y también: ¿Qué tienen de común Cristo y Belial? …… A esos desdichados hay que amonestarlos; si no quieren someterse a los preceptos saludables, por lo menos que se abstengan de defender sus sacrilegios, para no incurrir en un crimen mayor. ( Carta 245 Agustín)
Jesús Urones-Evangelizador Católico.