El acaba de descifrar uno de los código de las comunicaciones secretas entre Fernando el Católico y Gonzalo Fernández de Córdoba, según . Se trata, cuenta este diario, de uno de los grandes misterios de la historia de España, las cartas secretas en las que el Rey Católico muestra su disconformidad con las decisiones del Gran Capitán durante la campaña de Nápoles.
Hasta ahora, estas misivas no habían sido descifradas porque no se conservaba la tabla de sustitución múltiple que aplicaron a los textos. En este correo Fernando y Gonzalo Fernández de Córdoba, diplomático, soldado y pieza fundamental en las victorias de los Reyes Católicos, intercambiaban órdenes, amenazas, instrucciones y "llamadas al orden".
Los expertos del CNI que han llevado a cabo este descifrado aseguran, según ABC, que el código secreto empleado para cifrar las cartas es de "gran sofisticación, muy adelantado a su tiempo". No se encontró nada similar hasta el siglo XVII.
Esta investigación se ha llevado a cabo a partir de la exposición que organizó en 2015 el Museo del Ejército en homenaje al Gran Capitán con motivo del 500 aniversario de su muerte. Entre las piezas, se mostraron dos de esas cartas inéditas, procedentes del archivo de los duques de Maqueda. A partir de ahí, la institución toledana solicitó al CNI ayuda para traducir las misivas, fechadas el 27 de mayo de 1502 y el 14 de abril de 1506, justo antes de la segunda invasión francesa de Nápoles, según confirma a ABC el coronel Jesús Anson.
Por el contrario, en Durango ell 19 del pasado diciembre, el Ayuntamiento de Durango aprobó una moción del PSE, en la que su portavoz solicitaba que se cambiara el nombre del Instituto Público de Enseñanza Media denominado Fray Juan de Zumarraga "en desagravio a las mujeres perseguidas y a las fundadas sospechas que hay de que Zumarraga atentó contra la cultura y las costumbres indígenas".
La portavoz socialista recordó que Zumarraga fue "un inquisidor activo en la caza de brujas, una denominación que se suele utilizar para ‘aquellas mujeres sabias y liberadas que se atreven a desafiar a las convenciones". Este cambio de nombre supondría, además, "un acto de desagravio necesario y obligado hacia las mujeres perseguidas en todas las épocas". La moción fue aprobada con el voto favorable de todos los grupos políticos (PNV, EH Bildu, Herriaren Eskubidea (SQ-2D) y PSE), excepto el PP que se abstuvo.
Fray Juan fue nombrado inquisidor de las brujas vascas por el emperador Carlos V y detentó dicho cargo durante unos pocos meses en los que "hizo su oficio con mucha rectitud y madurez". Al finalizar su misión sin castigo alguno de hoguera, Fray Juan recomendó al emperador que la mejor medida para combatir la brujería era que enviara a Euskal Herria predicadores, "que sepan y entiendan la lengua vascongada", mejor que inquisidores.
Suya fue la primera biblioteca del Nuevo Mundo y la solicitud al emperador de la primera universidad de América. Pero la gran obsesión de Fray Juan de Zumarraga fue conseguir la libertad de los esclavos indios,
Fray Juan siempre guardó el recuerdo de su Durango. Y así le pagan hoy los revisionistas de la historia con la ideología de género en las manos y en los pies.
Sebastian Gartzia Trujillo.