El Kempis fue y es, un libro de espiritualidad completamente actual, escrito lo más probablemente, por el beato Tomás Hemerken de Kempis O.S.A. Digo probablemente pues la autoría de este libro de meditación fue puesta en duda, atribuyéndosele a otros autores la titularidad de este libro. Hoy en día estas hipótesis están prácticamente desechadas y el libro se le tiene escrito, por el beato Tomás de Kempis, el cual, escribió otros libros además célebre libro “Imitación de Cristo”. Tomás Hemerken de Kempis, nació en la ciudad de Kempen ciudad situada al noroeste de Colonia (Alemania) en 1380 y falleció en Zwollen ciudad situada al noreste de Amsterdam en 1471. Tras diversas vicisitudes ingresó en la orden de San Agustín, la misma en la que años más tarde ingresaría Martin Lutero, y en los conventos de esta orden, transcurrió su vida .
El libro la “Imitación de Cristo”, que también es conocido este libro, con el nombre de “Kempis”. Es la obra principal de Tomás de Kempis, y ha sido el libro católico más editado del mundo después de la Biblia El beato Tomás de Kempis, a lo largo de su vida realizó funciones docentes, y es muy posible que el contenido de este libro, haya sido el material con el cual, el autor enseñaba a sus jóvenes pupilos en Monte Santa Inés. La primera publicación real del libro tuvo lugar en 1418 y apareció en forma anónima. Como quiera que la imprenta fuera un invento de Johannes Gutenberg que apareció, aproximadamente unos veintidós años más tarde en 1440, la primera distribución del “Kempis” fue muy escasa ya que se realizó por medio de copias.
La obra se divide en cuatro libros.
El libro I, se titula: Consejos útiles para la vida espiritual.
El libro II, se titula: Exhortaciones a vivir vida interior.
El libro III, se titula: De la consolación interior.
El libro IV, se titula: Del Sacramento del Altar.
Los cuatro libros en su redacción, están estructurados en cortos párrafos que expresan un pensamiento, que nos induce a la meditación. Modernamente esta es la estructura y finalidad de otro conocido libro, titulado “Camino”, escrito por San Josemaría de Escrivá. La obra de otros autores a los que a continuación nos vamos a referir, carecen de esta estructura tan peculiar de exposición de los pensamientos espirituales del autor.
En la historia de la espiritualidad, y dentro del acervo de lectura espiritual, que existía en Europa y concretamente en España, desde el medioevo hasta, los principios de la edad moderna; indudablemente la “Imitación de Cristo”, era y sigue siendo el libro que descuella sobre todos los demás, pero existían también, otros tres importantes libros más, amén de las dos obras cumbre de la espiritualidad de aquella época, cuales son los libros de Santa Teresa de Jesús y los de San Juan de la Cruz que cronológicamente se encuentra al final de esta época de oro de la espiritualidad católica, que se cierra con el Concilio de Letrán. Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz fueron, los escritores místicos más conocidos e importantes de la Iglesia católica y florecieron en el s. XIV. Pero no es aquí donde vamos a ocuparnos de ellos.
De los tres escritores a los que antes hemos mencionado, el primero por orden cronólogico fue: “Rusbroquio”, nombre españolizado de este autor flamenco, llamado Jan Van Ruusbroec que nació cerca de Bruselas en 1293 ó 94. Fue ordenado sacerdote a los veinticuatro años en 1317. El periodo más fecundo de su vida espiritual, se inicia en 1349 cuando en unión de unos discípulos forman una congregación y finaliza este periodo de fecundidad de su vida espiritual y mística con su muerte en 1381 con unos 88 años de edad. En este periodo final de su vida, su fama de santo y hombre místico se extendió por todo el norte de Europa. Después de su muerte fue beatificado tardíamente por San Pío X en 1908. Su obra se comprende en varios libros y siguiendo los planteamientos del Pseudo-Areopagita, Rusbroquio, divide el camino de la vida interior del hombre en tres escalones que los llama: Unión del corazón, que corresponde a la vida activa; unión del espíritu que corresponde a la vida espiritual y por último la vida trinitaria, que corresponde a la vida contemplativa. San Juan de la Cruz, y muchos escritores españoles de los siglos XVI y XVII se sirvieron ampliamente de este místico flamenco.
El Segundo autor espiritual, Luis de Blois, en español “Blosio”, también era flamenco, aunque en este caso también era español, pues los Países bajos pertenecían a la corona española de Carlos I de España, y V de Alemania. Nació este autor en 1506 cerca de Lieja. De familia aristocrática fue paje en la corte de Carlos I de España, antes de ingresar en la abadía benedictina de Saint Lambert. En el transcurso de su vida monástica, escribió varios libros, pero el más conocido fue su “Guía espiritual” escrita en 1551. Sus obras se extendieron por todos los países católicos, en España fueron pronto conocidas sus obras, por una traducción que realizó Gregorio de Alfaro, monje de Oña. Fray Luis de Granada las aprovechó en sus primeras obras.
El tercer autor es italiano, se llamaba Lorenzo Scupoli, nacido en Otranto (Apulia) en 1530 y con ochenta años en 1610 falleció en Nápoles. Obsérvese las vidas tan longevas, que el Señor dispuso para todos estas personas, que con su pluma sirvieron a su Creador, máxime teniendo en cuanta lo reducida que era en aquellos tiempos la esperanza de vida. Lorenzo Scupoli ingresó en la orden de los Teatinos. La obra principal de este autor se titula “Combate espiritual”, publicado por primera vez de Venecia en 1589, tuvo una rápida difusión, alcanzando esta inclusive a la Iglesia ortodoxa. El libro es un manual práctico para vivir auténticamente la vida cristiana, aconsejando la lucha continua contra los anhelos egoístas y el de reemplazarlos con sacrificio y caridad. Aquel que no hace esto, pierde el combate y sufre en el Infierno; mientras aquel que sí lo hace, confiando no en sí mismo sino en el poder de Dios, triunfa y es feliz en el Cielo.
Pero volviendo al Kempis, es este el libro por excelencia y antonomasia más conocido y leído y no ya en épocas pretéritas sino en la actualidad, pues el libro no ha perdido un ápice de lozanía. En su escritura Tomás de Kempis utiliza como fuentes recurrentes: la Biblia y los Padres de la Iglesia, con carácter único. Tomás de Kempis no acude a otra fuente conocida alguna, su conocimiento de la Biblia debería de ser exhaustivo, si tenemos en cuenta que en uno de sus trabajos era copista, llegó a copiar la Biblia entera cuatro veces.
Son varios los santos y pensadores católicos formados en la lectura del Kempis, entre otros podemos citar a tres doctores de la Iglesia, cuales son. Santa Teresa de Jesus, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Lisieux. Además de los señalados, tenemos al conocido y famoso clérigo predicador francés Jacques Benigne Bossuet, que definía el Kempis como el “quinto evangelio”. Hoy en día también se emplea esta expresión de “quinto evangelio”, para referirse a Tierra Santa. Resulta curioso que hasta el descreído Voltaire hiciese elogios de este libro, reconociendo en él libro méritos singulares. San Juan Bosco, fundador de los Salesianos, bastante influenciado por el Kempis y escribió de él: “En mi juventud leí la "Imitación de Cristo" y me quedé admirado al darme cuenta de que este libro trae más enseñanzas en una sola página que los libros vernáculos en varios volúmenes. A este precioso libro debo el haberle tomado gusto a la lectura de libros espirituales y el haber dejado de leer libros vernáculos”. Modernamente el Kempis ha sido apreciado por los actuales pontífices. Así Juan XXIII, parece ser que se inspiraba sus palabras en la lectura del libro.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.