3º domingo del Tiempo Ordinario
[Seguimos a Jesús paso a paso a través del Evangelio de san Marcos. Siguiéndole y contemplándole nos vamos impregnando de Él y sus sentimientos. Y como lo hacemos desde el Evangelio, su Palabra nos va modelando. Así vamos siendo discípulos misioneros suyos. Hoy más que nunca, tanto la acción de Dios como la llamada de Jesús necesitan de hombres y mujeres que la interioricen, la expresen con su palabra, sin temores ni beaterías, y la hagan realidad en sus vidas. Por eso apostamos].
Si te ayuda, puedes empezar así: -Estás, Señor… -Estoy, Señor… Contigo, el tiempo que pueda. Abierto a contemplar tu persona, a escuchar tus palabras, a esponjarme de ti. Porque tú tienes palabras de vida eterna y yo anhelo desde dentro esa vida, esa novedad. Te pido que pueda derramarse en mí y desde mí. Ven Espíritu Santo…
Del Evangelio de san Marcos 1,14-20. (Es mejor tener el texto a mano y leerlo ahora)
- Jesús decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
-Son las primeras palabras de Jesús al comenzar su ministerio. ¡Y qué resonancia histórica y espiritual tienen para todos! Se expresan en ellas cuatro aspectos de vida.
*En primer lugar. Ha llegado el momento decisivo de la historia; con Jesús irrumpe definitivamente la revelación de Dios. Dios está metido en la historia, a nuestro lado y se nos está dando a conocer en persona y desvelándonos su obra a favor nuestro. ¿Me he enterado de verdad? ¿O todavía espero milagros y revelaciones especiales de Él? Mi respuesta no debe esperar, sino ser pronta y generosa, como hacen los elegidos por Jesús en este texto. ¡No puedo seguir engañándome!
*En segundo lugar. El Reino no ha llegado aún, pero las consecuencias de su cercanía se pueden ver y experimentar en tantas vidas cambiadas, sanadas, liberadas, transformadas, en las mil y una obras de misericordia a favor de los más desfavorecidos, en tanto amor a Dios y al prójimo derrochado, pese a todo. ¿Vivo esa cercanía del Reino y esos compromisos que hacen ser evangelizado y evangelizador? ¿A qué espero? Mañana será tarde.
*En tercer lugar. Después de experimentar en Jesús esa cercanía del Reino de un Dios a favor de sus criaturas, se trata de cambiar la mentalidad, (= conversión): dejarse impregnar totalmente por esa experiencia nueva de vida y amor que tiene un nombre: Jesús. ¿Todavía tengo solo conocimientos teóricos de Jesús y no experiencia de encuentro personal con Él? Es muy posible, entrañable y cercana. Déjate ahora encontrar por Él… Está a tu puerta llamando…
*En cuarto lugar. La llamada a creer en el Evangelio es la Buena Nueva, que hace nueva la vida. Es una Noticia creíble, tiene fiabilidad, merece toda nuestra confianza. ¿No conozco todavía gente nueva que vive de manera nueva, piensa de manera nueva, ama de manera nueva, trabaja, descansa y hasta se divierte de manera nueva, etc., etc.? ¡Tengo todavía los ojos muy cerrados o miopes! Pueden parecer pocos, pero no es así, su calidad de vida es contagiosa y gozosa. Anímate. Los santos son también cosa de hoy, son modernos y tienen mucho futuro.
Señor, he oído muchas veces estas palabras tuyas y siempre me ha parecido que están dichas para los otros. De una vez por todas quiero hacerlas mías, porque están dichas hoy para mí.
- Jesús les dijo (a Simón y a Andrés su hermano que estaban pescando):”Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago y a su hermano Juan… A continuación los llamó y dejaron a su padre en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.
-Los cuatro estaban en plena faena, y sin escusas ni condiciones le siguieron: inmediatamente dejaron las redes (el trabajo)…, dejaron a su padre y a los jornaleros, es decir, que con total prontitud y generosidad dejaron la familia y su trabajo y medios de vida. (Conviene contemplar despacio la escena, las personas, lo que dicen y lo que hacen). Y pregúntate: ¿Qué tiene Jesús y su invitación, su mirada, sus palabras para que lleguen tan hondo, tan hondo, que encandilen a toscos pescadores? Ha llegado hasta sus corazones, y ahí, sin comprender nada, han quedado imantados desde dentro y no han podido más que saltar a tierra e irse en pos de él, unirse a Jesús. No les deja ciegos los ojos ni sordos los oídos, no; sino que ilumina y calienta tanto el corazón, sus corazones aburridos porque desesperanzados, que se sienten seducidos y se dejan seducir. ¿Cómo respondo yo a las miradas y llamadas de Jesús? Hay llamadas decisivas como éstas. ¿Las he tenido yo? ¿Cómo he respondido y respondo? ¿Soy generoso e inmediato a las llamadas de Jesús o más bien remolón y perezoso? Jesús parte siempre de lo que somos, pero no se conforma con lo que somos. Jesús nos hace ser más. ¿Has caído en la cuenta? La respuesta de los discípulos consiste en dejar, no para ir vacío por la vida, sino ir detrás de mí, o sea, seguir a Jesús: vivir con Él y como Él, teniendo y dando lo que Él tiene y da: amor, servicio, ternura, compasión, misericordia, perdón. Él me lo da a mí y yo lo daré a los demás. Desde la Vida, tener Vida y dar Vida en abundancia. ¡Tengo que darle a todo esto unas cuantas vueltas en mi menta y en mi corazón! Empezarás entonces a sí discípulo de Jesús.
Señor, ¿qué quieres que haga? Me da vueltas el corazón pero no acierto a seguirte. El espíritu desea y tiembla. ¿Seré capaz? Y me ganan las dudas, el miedo. ¿Hasta cuándo? Señor, Jesús… Señor…
- A modo de lectura espiritual y compromiso de llamada y respuesta:
“A Dios no le importa la experiencia de los llamados; la sociedad pide muchas veces imposibles; tener experiencia laboral, por ejemplo, a quien comienza su vida profesional. Jesús elige a personas sin ninguna experiencia en “ser pescadores de hombres”. Ahora bien, les pide voluntad, confianza, coraje, valentía, porque él les ayudará. Se nos propone que hoy busquemos nuestra identidad cristiana en esta sociedad y en este tiempo empeñándonos en una tarea más grande que nosotros mismos; que nos dejemos atraer por algo grande, hermoso. Tendremos experiencia de ser auténticos seguidores de Jesús cuando vayamos de lo que sabemos (pescadores) a lo más grande (pescadores de hombres)”.
“Me diréis: ´La fe es osada. ¿Qué indicios tenían ellos para seguirle así?´. Algo divino emanaba de Jesús, de su mirada, que movía a los que él miraba a volverse hacia él. ¿Por qué digo esto? Para mostrarnos que la palabra del Señor actuaba y que, a través de la palabra más insignificante, el Señor actúa: El lo creó y fueron creados. Con la misma simplicidad con que él los llamó, ellos le siguieron. Los apóstoles dejaron a su padre, dejaron la barca. No es la cantidad de las riquezas lo que Dios considera, sino el alma de aquel que renuncia. Los que abandonaron poca cosa, como estos pescadores, habrían renunciado también a grandes fortunas si se hubiera dado el caso” (San Jerónimo).