Del pasado 29 de julio al 4 de agosto tuvo lugar, en Oviedo, el I Campus de Verano organizado por el Secretariado de Pastoral Universitaria de Toledo (SEPAJU), junto con la Delegación de Juventud y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), titulado "Curso de Bioética”.
Durante una semana, unos 120 jóvenes que se inscribieron han tenido la oportunidad de ampliar sus conocimientos sobre Bioética, contando con expertos en materias como la antropología, el estatuto del embrión, la reproducción asistida, el aborto o incluso la ingeniería genética. También una ocasión privilegiada de tener un encuentro con la maravilla de la Vida, que a todos constituye, en todas sus dimensiones.
En persona, siendo un participante más, pude seguir y ser testigo de este evento, junto con mi familia de cómo se abrazaban la pasión por conocer y el sentido religioso de la vida. También, a través de las redes sociales, en Twitter: @sepaju y @PastoralUniTole ; e Instagram: sepaju.toledo y Toledopastoraluniversitaria
Tengo que decir que la colaboración y coordinación de distintos jóvenes en tareas de logística y organización fue excelente, lo que favoreció el clima de atención y reflexión necesarios, sin perder entusiasmo y ganas de aprovechar el tiempo al máximo por parte de todos.
Actuaron como ponentes: D. Alfonso Fernández Benito (Dr. en Teología Moral), Dª. Juncal Martínez (Médico especialista en Medicina de Familia, de Valencia), D. Ricardo Abengózar (Médico Especialista en Medicina de Familia y profesor Facultad CC. Salud de la Universidad Francisco de Vitoria), D. José Luis Galán (Dr. en Teología Moral, Máster en Bioética), D. Nicolás Jove (Catedrático de Genética, Universidad Complutense), D. Rafael Torregrosa (Máster en Bioética, Miembro del Comité de Bioética del Complejo Hospitalario de Toledo) y D. Luis Fernando López (Médico especialista en Cirugía Cardiovascular).
También nos acompañaron varios sacerdotes amigos de la archidiócesis de Toledo y algunos de la de Oviedo. Pudimos compartir asimismo la presencia del Arzobispo de Toledo, D. Braulio Rodríguez Plaza, que estuvo animando y participando, con todos, sus inquietudes pastorales en este tema tan importante.
Entrevistamos al responsable del Campus de Verano, Delegado de Pastoral Universitaria de Toledo y doctor en Filosofía, D. David Sánchez Ramos. Por último, haremos una pregunta conclusiva a D. Santiago Gutiérrez Broncano (Profesor Facultad Ciencias Sociales, UCLM), director del curso de Bioética y responsable de la acreditación académica, junto a Dª. Ana Isabel Corregidor Sánchez (profesora de la Facultad de Terapia Ocupacional, Logopedia y Enfermería, UCLM).
David, ¿cómo surgió la idea de este Campus de verano? ¿por qué el seminario metropolitano de Oviedo?
La idea del Campus surgió a raíz de querer dar más entidad al Secretariado de Pastoral Universitaria. Éste existía, pero necesitaba una actividad propia dirigida especialmente a universitarios y combinando los aspectos propios del mismo: juventud y estudio. Además, veíamos la necesidad de formar en temas “frontera” y de actualidad para que supieran dar una respuesta o resolver las dudas que a ellos mismos pudieran tener. Al surgir esta idea, la comentamos con varios profesores de la Universidad que enseguida se entusiasmaron y fuimos poco a poco dándole forma. Al realizarse en verano había dos factores a tener en cuenta: desconexión y vacación. Buscábamos un ambiente propicio para esto y lo encontramos en el Seminario de Oviedo, que aparte de ofrecernos un trato maravilloso, nos brindaba la belleza de Asturias, el buen clima, y un ambiente propicio para desconectar.
¿Cuántos jóvenes universitarios han asistido, su especialidad y procedencia?
En el Campus hemos participado un total de 120 universitarios y algún preuniversitario, más los profesores invitados. Entre todos ha habido un ambiente fabuloso y de familia, donde todos nos encontrábamos muy a gusto. Los universitarios provenían de diversas áreas, principalmente de la rama de la salud (enfermería y medicina) pero también de otras áreas como psicología, fisioterapia, humanidades, físicas…en definitiva, se cubría casi todas las áreas de estudios universitarios. Mayoritariamente eran jóvenes de nuestra archidiócesis de Toledo, pero participaron también algunos de otras áreas de nuestra región.
¿Por qué se eligió el tema "Bioética"?
Elegimos la temática de Bioética en primer lugar por su actualidad. Constantemente los jóvenes reciben información sobre esta temática, muchas veces vaga, y dado su rango universitario, es nuestra tarea ayudarles en su formación. El día de mañana se enfrentarán a estos temas y habrán de saber dar una respuesta. Escuchan muchas voces, muchas opiniones, pero no siempre en ellas prima la verdad o se reduce su respuesta al ámbito de lo religioso. Era necesario mostrar que son verdades de orden natural donde independientemente de la fe de cada persona, se puede ver la moralidad de estos actos de manera objetiva.
Además, muchos de ellos trabajarán en el ámbito de la salud y deberán de tener la mejor formación posible para poder ayudar verdaderamente a sus pacientes. También están llamados a ser luz y muchas veces, el “silencio de los buenos” hace que esta luz no sólo no brille sino que se oculte. Por este motivo, era necesario que tuvieran ocasión de manifestar todas sus dudas.
¿Qué ha descubierto o aprendido en este curso que antes no había experimentado?
Durante los días del Campus he podido ver cómo estos temas interesan a los jóvenes, cómo tienen deseo de buscar la verdad de todo ello, cómo a pesar de la propaganda que muchas veces encontramos, ellos desean razonar y muchas veces no encuentran quien les ayude a esto. Era impresionante ver la cantidad de preguntas que realizaban, signo de su inquietud y ganas de formarse, y que han podido preguntar sin prisas, libremente y con total confianza. Es cierto que el ambiente en que se mueven es hostil y uno se da cuenta de que muchas veces priman los sentimientos por encima de la verdad. Es necesario acompañar en el razonamiento de las cosas, usar de la razón, confiar más en ella y ayudar a los jóvenes en su ejercicio. Ellos desean razonar, a veces se forman ideas o pensamientos en base a sentimientos pero en cuanto se razona un poco ellos mismos se dan cuenta de ciertos “fallos” y sacan por sí solos las conclusiones. ¡Qué bello es ayudar a los jóvenes en el razonar! Tenemos que formar más la razón, usarla más. A veces en este tipo de cuestiones prima más lo afectivo que la veracidad de las cosas. Superemos esa barrera y ejerzamos lo propio de nuestra naturaleza, la racionabilidad.
¿Cuál ha sido su impresión global o valoración al final del Campus de verano?
Mi impresión global del Campus ha sido fabulosa. Al emprender este camino surgían muchas dudas, principalmente en cuanto al número de asistentes. Decidimos que fueran los que fueran, se haría, se apuntaran 20 ó 5, porque era necesario para nuestros jóvenes. Siempre te dan cierto respeto las cifras, pero uno ha de saber que no trabaja para las cifras sino para Dios. Por lo que lo confiamos en él. Y vamos si nos sorprendió…y mucho. Siendo la primera vez que se organizaba esta actividad, su novedad, que la pastoral universitaria tenía una actividad de verano como propia por primera vez, muchos eran los miedos, pero el Señor se mostró generoso y nos desbordó. ¡Jamás hubiéramos pensado esta cifra! Además, ver el buen ambiente entre todos los universitarios, de diferentes edades y procedencias, ver cómo disfrutaban y tenían ganas de aprender, ver sus caras y cómo reinaba un clima de verdadera familia, ha hecho que el Campus fuera todo un éxito. Cristo estaba en el centro y ciertamente esto tenia que dar estos frutos.
Como obra humana que es, es contingente y no puede ser totalmente perfecta, por lo que siempre surgirán cosas a corregir. Es cuestión de ponernos a repasar las evaluaciones que los mismos chicos realizaron y ponernos manos a la obra, dando rienda suelta a la imaginación, quizás ofreciéndoles a ellos la posibilidad de dirigir algún debate, de dejar más tiempo para conversar entre ellos porque se les quedaba corto…pero lo que sí estoy seguro que nunca cambiaría del Campus es la presencia del Señor. Es Él quien lo hizo posible y a quien le debemos el buen ambiente reinante. La posibilidad de combinar una buena formación gracias a ponentes de máxima calidad, con los aspectos lúdicos que tantas buenas y divertidas experiencias nos han aportado a todos, como los aspectos culturales y religiosos, han logrado que durante una semana todos hayamos podido disfrutar de un Campus, del I Campus Universitario fabuloso.
Le preguntamos, por último, a uno de los directores del curso, D. Santiago Broncano, qué aspectos positivos novedosos destacaría del I Campus de Verano y cuáles serían los nuevos retos para el segundo.
Aparte de la gran oferta académica que ya se ha explicado, han sido unos días para compartir con los demás, ya que no siempre llevamos todo lo necesario en nuestra pequeña maleta; de llevar a cabo actividades muy variadas, desde visita cultural por Oviedo, el descenso del rio Sella o la divertida jornada de playa; y sobre todo para todos aquellos que así lo han querido, se ha tenido tiempo para orar, para acercarse más a Dios y ponerse en manos de la Virgen, de manera muy especial en la visita realizada a Covadonga.
Un gran reto superar lo allí vivido durante estos días. Ahora cuando nos preguntan sobre el II Campus de Verano, todo son interrogantes, cuándo lo realizaremos, cuál será el lugar, sobre qué temática se centrará, etc. Nada hay seguro a día de hoy, salvo que se preparará todo con el mismo cariño e ilusión con el del I Curso de Verano. Esperamos que el próximo, tenga tan buena acogida como este primero.