Tres características de lo diabólico
El arzobispo Sheen se basa en las teorías del psicólogo Rollo May (1909-1994), del Rockefeller Institute, sobre las manifestaciones de lo demoniaco en la personalidad humana para, basándose en el pasaje evangélico del endemoniado geraseno, señalar tres signos que caracterizan lo diabólico en el mundo: la desnudez, la violencia, la división.
Sheen comienza recordando que la palabra diabólico viene del griego diaballein, que significa "desunir, separar, encizañar". Y apunta como un "aumento de lo diabólico" las "discordias en la Iglesia", que estaban en su punto álgido en la debacle postconciliar de los años 60-70, época de esta grabación: "La discordia en las comunidades religiosas, la discordia entre los laicos, discordias en el clero... todo ello son manifestaciones del espíritu de lo diabólico entre nosotros".
El entonces obispo de Rochester recuerda que, según Rollo May (quien había publicado en 1969 su célebre Amor y voluntad, donde abordaba la cuestión), hay tres formas en las que, desde el punto de vista de la psique humana, actúa lo diabólico: "Primera, el gusto por la desnudez; segunda, la violencia, la agresividad; tercera, disocia la personalidad, anula la paz interior, desarticula la mente".
(Respecto a la desnudez, monseñor Sheen cuenta una anécdota. Años atrás le preguntó al capellán de una institución si percibía alguna señal de lo diabólico en ella, y éste le contestó: "Sí, a veces, cuando llevo el Santísimo Sacramento, hay gente que se desnuda a mi paso".)
El obispo acude a la historia del endemoniado geraseno, y destaca que los Evangelios hablan de "tres características de este joven: primero, que estaba desnudo; segundo, que era violento y agresivo, no podían ni siquiera encadenarlo; y tercero, su mente estaba dividida", y de hecho "cuando Jesucristo le pregunta su nombre, responde que su nombre es Legión" (unidad formada por seis mil hombres).
"Soy yo, y no este psiquiatra", aclara Sheen, "quien relaciona esas tres manifestaciones de lo diabólico con el joven del Evangelio, pero es que no podía dejar de percibir estas semejanzas... Así que os dejo estas características de lo diabólico desde un punto de vista psiquiátrico: la ruptura de la unidad, la ruptura de las familias, la ruptura de las instituciones, la ruptura de las comunidades religiosas... la ruptura de la unidad de Cristo".
Ya fue publicado en Religion en Libertad hace año y medio. Aquí el artículo completo: