La Iglesia aragonesa ha expresado hoy su confianza en que la devolución de los 44 bienes del patrimonio del Monasterio de Sijena depositados en el Museo de Lérida se haga efectiva el próximo lunes y en que, finalmente, "se haga justicia".
Así lo expone el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, en un escrito hecho en nombre de todas las diócesis de Aragón en el que se pone de relevancia la posición unánime de todos los responsables religiosos de la Comunidad a favor del cumplimiento del requerimiento judicial.
Lo que nadie señala es el dolor de cabeza que deben tener los obispos leridanos que han tenido su cabeza inclinada al separatismo catalán, como si fuera un dios horrible a quien nadie se podía oponer.
Son el actual prelado y el anterior, quienes han pasado sin desear mojarse contra un asunto imperdonable en la vida eclesial. Ahora mismo estarán tragando saliva o algo más ante la valentía de la Iglesia aragonesa en apoyar al obispo de Barbastro-Monzón en el traslado de las piezas robadas vilmente por los catalanes depositadas en el museo de Lërida.
Solamente les queda a los obispos leridanos vivos, hoy, tener que reconocer sus acciones de omisión contra las sentencias judiciales hasta vaticanas que ordenaban la devolución de los bienes de Sijena.
El silencio que exhiben estos prelados leridanos es la muestra del dolor de cabeza que deben estar padeciendo. Tomen una aspirina para calmar su seguro dolor.
Tomás de la Torre Lendínez