Un amable lector me envía la fotografía adjunta: la Virgen Inmaculada en un cuadro al óleo y un sencillo belén o nacimiento, como decimos por Jaén.
Ningún buen cristiano puede entenderse sin una sana devoción a María, madre del Señor, significada en el cuadro y en el pequeño nacimiento que está situado debajo: La Madre y el momento clave del Nacimiento de Jesús.
España celebra a La Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, siendo el 8 de diciembre fiesta de carácter nacional.
Durante la celebración de dicha festividad, los sacerdotes españoles tienen el privilegio de vestir casulla azul. Este privilegio fue otorgado por la Santa Sede en 1864, como agradecimiento a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España.
Espero que recuperemos la devoción tan española a la Inmaculada Concepción, sobre todo en estos últimos meses en los que la unidad española está sometida a tantos dislates y disparates.
Que la Virgen Inmaculada nos resguarde bajo su manto protector, como ha ocurrido tantas veces a lo largo de nuestra bimilenaria historia.
Tomás de la Torre Lendínez