Año del Señor 2017
7 de diciembre 

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

NO ERES UNO MÁS

El año pasado, nuestras hermanas, las carmelitas, se fueron de Lerma. Como tenían que volver a hacer unas gestiones con el Monasterio, hemos tenido la suerte de acoger a dos de ellas durante estos días. 

Es un momento único pues, al ser de clausura nosotras y ellas, no nos conocíamos a pesar de vivir en el mismo pueblo, y hoy la despedida será una de ésas en las que nos diremos “hasta el Cielo”. Por este motivo la escena era peculiar. 

Vinieron a compartir el recreo con nosotras. Estamos acostumbradas a que la gente venga al locutorio y se interrogue sobre nosotras: nuestra vida, el hábito, el horario... y, sobre todo, nos preguntan cómo hemos acabado aquí, en un convento. ¡Pero ahora éramos nosotras las que teníamos miles de preguntas! 

Mirábamos a las carmelitas de arriba abajo, les tocábamos el hábito, les preguntábamos sobre su vida. Y, con admiración, no pudimos evitar preguntarles: “¿Cómo llegasteis al Carmelo?” 

Escuchábamos con la boca abierta, porque a veces nos acostumbramos a lo que el Señor ha hecho en nosotros, pero, oírlo en otro, nos recuerda cómo la vocación es lo más grande que podemos tener.

Hoy Israel renueva su Profesión Temporal junto a la Comunidad. No es casualidad que el Señor nos ponga tantos testimonios de fidelidad estos días. Es un regalo verla decir “Sí” al Señor, y nos unimos a ella en oración. Después de tanto acontecimiento, siento cómo el corazón se enciende con fuerza y se afianza más si cabe en la ilusión de la entrega.

Necesitamos testimonios, ver que Cristo también pasa por la vida de los demás, que es real. Dar testimonio es hablar del paso de Cristo por tu vida, declarar qué ha hecho en tu vida, cómo ha pasado con tanta fuerza en tantos momentos que ha hecho qué dentro de ti ya nada sea igual. 

Benedicto XVI decía: “Haz memoria de Jesucristo en tu vida”. 

Seguro que tú también tienes un testimonio. Merece la pena pararse a mirar nuestra vida desde la mirada de Cristo. ¿En cuántos momentos ha estado ahí sin que fueses consciente? ¿Cuántas veces has sentido su presencia de una forma especial? ¿Cuántos momentos han sido cruciales para ti? No eres parte de una masa de gente, eres único e irrepetible. 

Hoy el Reto del Amor es que hagas memoria de Jesucristo en tu vida. Para y revive el “Sí” que diste en ese momento de tu vida: el “Sí” que diste en tu vocación al matrimonio, a la vida consagrada... o la historia que Él está haciendo contigo. Deja que tu corazón se encienda. Tu vida tiene sentido, no eres uno más.

¡Muchas felicidades Israel! 

VIVE DE CRISTO
 

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)