Año del Señor 2023

19 de octubre
 
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
SU CORAZÓN 
 
Hace unos días se rompió una cerradura de una puerta principal del convento. Es una puerta de paso muy frecuentada. La desmontaron para cambiarla o arreglarla y dejaron el agujero al aire. Entonces, para pasar, había que meter el dedo por el agujero y tirar; así, la puerta se abría, pero al sacar el dedo, alguna astilla se te clavaba. Pero como siempre iba un poco deprisa, no me paraba a pensar en qué poder hacer. Pero hoy, cuando he llegado a la puerta, una hermana había colocado una cuerda para poder tirar. Me he quedado sorprendida porque esta hermana sí se ha detenido a pensar en qué se podía hacer.
 
Jesús, en un cierto momento, mandó a los discípulos de dos en dos a curar enfermos, a expulsar demonios y a proclamar la buena nueva. Jesús es una persona de soluciones, no de lamentaciones. No se quedó viendo lo mal que estaba el hombre, sino que entregó Su vida en la cruz para salvarnos. A los discípulos no les dejó que se lamentaran por lo mal que estaba todo, sino que los envió a curar, sanar y anunciar.
 
Por qué a veces solo vemos lo mal que está todo, las noticias nos abruman, los acontecimientos nos asustan, el corazón del hombre está cargado de resentimiento, de odio y de rencor. ¿Y dónde está la medicina para este corazón del hombre tan herido? La medicina está en el Corazón de Cristo. 
 
En su Corazón encontramos nuestro refugio. Por su costado abierto en la cruz llegamos a su corazón, donde encontraremos nuestra salvación. En su corazón encontramos un corazón como el nuestro, pero de Él solo nace el amor que necesitamos, la comprensión que tantas veces anhelamos y la acogida en lo que hacemos. En el Corazón de Jesús está la medicina para tu corazón.
 
Hoy, el reto del amor es buscar una imagen del corazón de Jesús y mirarla un rato. Pídele que su corazón transforme el tuyo. Dile que Él ame donde tú no puedes amar. Pídele su corazón en el tuyo.
 
¡Feliz día!