Una de las prácticas que más se está extendiendo en Occidente junto con el Yoga es el Reiki. Esta corriente pertenece a las llamadas “disciplinas de la Nueva era” y se ha adentrado con mucha fuerza en la sociedad de hoy. Los católicos no son ajenos a esta realidad pues muchos de ellos por desconocimiento la practican o lo han practicado alguna vez.
¿Qué es el Reiki y quién lo fundó?
Según explica el sacerdote Gonzalo Len, en su libro “Nueva Era: El desafío” Edit. Stella Maris:
“El Reiki intenta armonizar y equilibrar las energías cósmicas con las energías vitales, espirituales, corporales y mentales de la persona humana e inclusive de otras criaturas de la naturaleza. Enseñanza budista descubierta en el siglo XIX por el monje Mikao Usui de Kyoto. Según él es la misma energía vital universal que fluye en toda la creación y en todos los poros del cuerpo de las personas, de los animales, de las plantas, cosas y situaciones también, etc. Mikao sostiene que puede ser canalizada para fines de curación y la expansión de la consciencia.”
También el sacerdote Manuel Guerra en su Diccionario Enciclopédico de las Sectas Edit. BAC define el Reiki como: “método natural de curación por medio de la energía cósmica y vital”.
Se dice que Mikao Usui, un monje, descubrió el reiki en 1914 mientras oraba y ayunaba en un retiro. También entendió que debía compartir este poder sanador con los demás. El término "Reiki" proviene de "Rei" (cuyo significado más simple es "universal") y "ki" ("fuerza de la vida" o "energía de la vida") por lo tanto significa “energía vital universal”. El Reiki se generalizó en Japón muy pronto y llegó a los Estados Unidos a principios de los años setenta y a España en 1994.
Para los seguidores del Reiki cuando alguien se siente enfermo, deprimido o no saludable de alguna manera, es una indicación de que su energía está "desequilibrada". En consecuencia, es la función del practicante de Reiki canalizar la energía positiva hacia la persona, trayéndola nuevamente al equilibrio y a la integridad.
¿Qué problemas presenta el Reiki?
Podemos hablar de dos tipos de problemas:
1) Problemas médicos-científicos.
2) Problemas espirituales-teológicos.
Como católicos nos interesa más lo segundo, pues es donde la fe y nuestra espiritualidad pueden verse realmente afectadas. De todas formas, los primeros también son importantes como otro de sus peligros, por lo que recomendaría este artículo escrito en este mismo portal y que recoge la opinión de un experto en ciencias biológicas, que es Fernando Cervera Rodríguez que nos habla sobre este método pseudocientífico:
https://www.religionenlibertad.com/reiki-cura-nada-segun-ciencia-danino-56437.htm
¿Cuáles serían entonces los principales errores teológicos y peligros espirituales de esta disciplina?
- El Reiki es panteísta, enseña que el hombre es una simple emanación de la “energía divina cósmica. Todo cuanto existe participa de esta energía, todo es Dios.
Esto nos lleva a concluir que no hemos sido creados por Dios, sino que todo proviene de una energía cósmica, y haciendo desaparecer la idea de un Ser Divino Creador del mundo. La Biblia de manera contraria enseña que Dios creó todo cuanto existe:
En el principio era el Verbo,
el Verbo estaba con Dios
y el Verbo era Dios.
2 Éste estaba en el principio con Dios.
3 Todas las cosas por medio de él fueron hechas,
y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. Juan 1,1-3
El mismo catecismo de la Iglesia Católica recalca esta enseñanza:
296 Creemos que Dios no necesita nada preexistente ni ninguna ayuda para crear (cf. Concilio Vaticano I: DS 3022). La creación tampoco es una emanación necesaria de la substancia divina (cf. ibíd., 3023-3024). Dios crea libremente "de la nada" (Concilio de Letrán IV: DS 800; Concilio Vaticano I: ibíd., 3025)
Claramente se ve como no podemos hablar de que todo es una emanación de Dios pues todo ha sido creado de la nada, y eso es una verdad de fe definida en varios Concilios anteriormente citados.
- Dios es energía, a veces se le llama “una fuerza de energía impersonal”.
Aquí tenemos otro error teológico y es que Dios nunca se ha definido en la fe cristiana como energía, es más la Biblia es muy clara al hablar de Dios:
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Juan 4,24
Para el cristiano, Dios es espíritu, no una fuerza o energía impersonal, es por ello que se están basando en un concepto oriental, el de energía, que se desprende de la idea inicial panteísta de que Dios es todo y está en todo, entendiéndolo como una energía divina. Dios no es el universo, ni una parte del universo, Dios es uno formado por tres personas divinas como nos ha transmitido la revelación cristiana (Mateo 28,20).
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Juan 4,24
Para el cristiano, Dios es espíritu, no una fuerza o energía impersonal, es por ello que se están basando en un concepto oriental, el de energía, que se desprende de la idea inicial panteísta de que Dios es todo y está en todo, entendiéndolo como una energía divina. Dios no es el universo, ni una parte del universo, Dios es uno formado por tres personas divinas como nos ha transmitido la revelación cristiana (Mateo 28,20).
- El Reiki afirma que el principio de vida de todos los hombres es el Ki, la energía de vida, cuando esta energía se va el hombre muere.
Para nosotros los cristianos el hombre está formado de alma y cuerpo, esta es una verdad bíblica confirmada también por el Catecismo:
Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser[k] viviente Genesis 2,7
En el Catecismo:
365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.
- Los practicantes del reiki creen que pueden usar esta energía de vida y transmitirla a otros para curar enfermedades y dolores. Estaríamos hablando entonces de técnicas mágicas y supersticiones. Ponen al servicio del hombre la sanación y curación.
Todo esto convierte al reiki en una práctica mágica y a quien en el en supersticioso pues creen en algo que no tiene ninguna base científica. Para el cristiano el acceso a la sanidad divina es por medio de la oración a Cristo, nuestro Señor y Salvador….sin él no podemos hacer nada (Juan 15,5). Por ello un católico, que pone su confianza en el Reiki cae en superstición. Pero no es raro ver esto, pues muchas personas se acercan a este tipo de prácticas debido a que están desesperadas frente al sufrimiento y en vez de recurrir a piadosas oraciones cristianas o al ofrecimiento del dolor como hicieron los Santos, empiezan a creer en este tipo de técnicas seudocientíficas.
La Biblia es muy clara con respecto a la magia y la superstición:
Asimismo, muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
Hechos 19,19
El catecismo de la Iglesia también condena estas prácticas:
2117 Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.
¿Qué ha dicho la Iglesia sobre el Reiki?
La Conferencia Episcopal Norteamericana publicó el 29 de marzo del 2009 el documento «Directrices para la Evaluación del Reiki como Terapia Alternativa», advirtiendo de sus peligros. Argumentan que no se apoya en la ciencia ni en la fe y corrompe el culto a Dios. El documento observa que “la Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación por la gracia divina y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza”, que “no se excluyen una a otra”.
Sim embargo, el Reiki “no encuentra apoyo ni en los descubrimientos de la ciencia natural ni en la fe cristiana”, explicaba. Las directrices indican que esta técnica de curación “fue inventada en Japón a finales del ochocientos por Mikao Usui, que estudiaba los textos budistas”.
Yasmín&Jesús