El tercer Monasterio que voy a visitar en este encantador reto en el que quiero recorrer todos los Conventos de clausura de la ciudad de Madrid, es el Monasterio de Santa Teresa de Jesús, de Carmelitas Descalzas, situado en la calle Ponzano. Digo “encantador” pues, recordando ya las tres visitas realizadas, no puedo más que admirarme de la amabilidad y acogida de las monjas y de la belleza de sus templos, estancias y obras de arte.
Voy a este Monasterio en tercer lugar pues hace ya muchos años -cerca de 20 años- cuando yo soñaba con ser periodista, alguien me comentó que allí había una novicia que, antes de entrar, había sido periodista. Recuerdo que la fui a visitar y me comentó que había estudiado en la Universidad de Columbia, en Nueva York, lo cual me dejó muy impresionada. ¿Seguirá esta hermana aquí?, me voy preguntando cuando salgo del metro de Nuevos Ministerios y subo por la calle Raimundo Fernández de Villaverde.
Hace mucho calor y el barrio es muy ruidoso. Rodeado por grandes edificios, restaurantes y tiendas, veo el Monasterio de ladrillo rojo y la cúpula de la iglesia cubierta de zinc y rematada con una cruz. La entrada principal está abierta y sobre un arco de medio punto, en el interior de una espadaña, hay una escultura de piedra de Santa Teresa.
Llamo al telefonillo del torno y una voz me responde: “Ave María Purísima”. A lo que contesto: “Sin pecado concebida”. El locutorio al que accedo es bastante amplio. Un enorme cuadro de la Virgen de Guadalupe domina la estancia. Le acompaña un cuadro de Santa Teresa y varias tablillas de madera con textos muy significativos. Uno dice: “La puerta para recibir de Dios grandes mercedes es la oración” y otro: “Hermano, una de dos, o no entrar o hablar de Dios. Que en la casa de Teresa esta ciencia se profesa”.
Enseguida llega la Madre Ofelia del Corazón de Cristo, Priora del Convento, y cuando le pregunto por “aquella hermana que había sido periodista” me responde con alegría que “sí”. ¡Que es la hermana Mª Isabel de la Cruz! Y que también va a participar de la entrevista.
Vocaciones jóvenes
Son 16 hermanas, de 27 a 87 años, todas españolas menos una colombiana. 5 de ellas están en la década de los 40 años por lo que son una comunidad bastante joven. Además, tienen la alegría de contar con alguna vocación -mujeres que sienten en su interior la llamada de Dios a vivir en este Convento-. De hecho, a final de 2017, está prevista la entrada de una nueva hermana.
Y, ¿qué es lo característico de las Carmelitas Descalzas?, les pregunto. Son monjas de clausura, mujeres consagradas a Dios dentro de la Orden del Carmelo, Orden cuyo origen se remonta al siglo XII y que fue reformada por Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI. “Santa Teresa quería volver al ideal del profeta Elías -cuenta la Madre Ofelia-. Que fuéramos monjas y ermitañas. Como detalle, anhelaba que los Conventos fueran pequeños y pobres pero que las huertas o jardines fueran grandes, para construir pequeñas ermitas (estancias para rezar en solitario). Aquí, en nuestro jardín, tenemos 4 pequeñas ermitas”.
“Santa Teresa quería favorecer un clima de mayor silencio y volver a una clausura mayor. Nosotras trabajamos en silencio y no escuchamos la radio ni la televisión. Sólo recibimos el periódico del Vaticano, L´Osservatore Romano, y la revista Alfa y Omega”.
Pero, según me aseguran, gracias a esta clausura (o separación física con el mundo exterior), tienen mayor capacidad para ver cuáles son los verdaderos problemas de la gente. “El Convento es como una atalaya -dice la hermana Mª Isabel-. Desde aquí vemos el mundo y percibimos que el mayor problema es la falta de vida interior, de fe y la ausencia de Dios. Las personas no reciben el Amor de Dios. Las personas están rotas”.
“Lo que más une a las personas -continúa la Madre Ofelia- es el vínculo espiritual, es Dios. Cuando se quita a Dios, todo se derrumba, también la sociedad”. “A aquellos que nos llaman, escriben o vienen al torno les decimos que la vida cristiana no te quita los problemas, pero vas a estar acompañado por Cristo y su madre María. Esa es nuestra esperanza”.
Encuadernación de libros y bordados
Otro ámbito importante es el trabajo. Tienen un taller de encuadernación de libros pero -me comentan- actualmente tienen pocos pedidos por causa de los ebooks y la reducción del uso de libros en papel. Por ello, aunque mantienen este servicio de encuadernación, han decidido emprender un nuevo proyecto: un taller de bordados que pronto iniciará su andadura. Su idea es especializarse en bordados para ornamentos litúrgicos (corporales, purificadores, rosarieras o estuches para guardar rosarios, etc.) pero no descartan realizar labores para particulares que lo soliciten.
Me indican que para solicitar información o presupuesto para encuadernar libros o realizar bordados sólo hay que acercarse al torno (C/ Ponzano 79) o llamar al teléfono (91 533 54 24) en el siguiente horario: Mañanas de 10 a 12,30h. y tardes de 17 a 18,30h. y de 19,15h. a 20h. Festivos sólo de 11 a 12.
Sobre la historia de la comunidad, la Madre Ofelia me recomienda el libro “Un Carmelo en el corazón de Madrid. Las Teresas”, escrito por María Isabel Barbeito Carneiro y publicado por la Editorial Círculo Rojo en el año 2015. El libro es un compendio histórico que recoge los más de 400 años de una fundación que se inició en Ocaña (Toledo) y que, a pesar de haber sufrido graves dificultades, ha logrado mantener una vitalidad asombrosa. En este sentido y como curiosidad, de este Convento salieron las hermanas que fundaron por primera vez varios “Carmelos” (así se llama a los Conventos de Carmelitas) en Malasia y en las Islas Marianas.
La historia de la Orden
Estoy tan a gusto con la Madre Ofelia y la hermana Mª Isabel que no quiero irme, pero sé que a mí me toca regresar al mundanal ruido. Antes de salir, paso a la iglesia del Convento. Es pequeña, de una sola nave. Ha sido recientemente restaurada y luce impecable. Los cuadros o esculturas que la decoran no son famosos por su belleza técnica, pero sí permiten aproximarse a la historia del Carmelo y a sus principales impulsores.
Situado en la parte superior del altar mayor, hay un cuadro que representa el momento en el que la Virgen María se apareció a San Simón Stock y le entregó el escapulario (un pequeño objeto formado por dos trozos de tela, uno de ellos con la imagen de la Virgen, y unidos por una cuerda para poder llevarlo colgado al cuello).
Debajo, me impresiona la enorme escultura que representa la “Transverberación” o vivencia mística que experimentó Santa Teresa en la que vio como un ángel con un dardo encendido le traspasaba el corazón y quedaba llena del Amor de Dios.
Por último, a ambos lados del Sagrario, hay dos esculturas de dos Santos Carmelitas muy significativos: a la derecha, Santa Teresita de Lisieux, famosa Carmelita francesa del siglo XIX, y a la izquierda, San Juan de la Cruz, Carmelita del siglo XVI y reformador de la Orden junto a Santa Teresa de Ávila.
Ya próxima a la salida, me fijo en una escultura de la que me ha hablado antes la hermana Mª Isabel: “Nuestra Señora de Europa”. Es una réplica de una imagen venerada en Gibraltar y que fue profanada y arrojada al mar durante la invasión inglesa. En reparación, se hizo una copia y las Carmelitas la acogieron en 1713 en su Monasterio. Desde entonces -más de 300 años- la han cuidado y protegido.
Salgo a la calle llena de paz y con ganas de escribir esta crónica para animar a todos los que la lean, a visitar este Convento y a hacer pedidos de encuadernación y bordados a las monjas. 😊
Datos de interés:
Monasterio de Santa Teresa de Jesús
Carmelitas Descalzas
C/ Ponzano 79. Madrid 28003. Tel. 91 533 54 24
Email: carmelitasdstj@hotmail.com
Horarios de misa: Laborables: 8h. Domingos y Fiestas: 10 y 12h.
Adoración al Santísimo y Sacramento de la Reconciliación: 1er viernes de mes, a las 18h. (invierno) y a las 19h. (verano)
Horario de torno y teléfono: Mañanas de 10 a 12,30h. y tardes de 17 a 18,30h. y de 19,15h. a 20h. Festivos sólo de 11 a 12.