PUENTES QUE CONSTRUIR
La casualidad nos hace hermanos,
pero es el corazón quien nos hace amigos.
-Refranero-
Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier, que vivían uno al frente del otro en dos casas en una hermosa campiña. Por problemas pequeños, que se fueron haciendo grandes con el tiempo, los hermanos dejaron de hablarse y evitaban cruzarse en el camino.
Cierto día llegó a una de las casas un carpintero y le preguntó a uno de los hermanos si tendría trabajo para él. Tomás le contestó:
—¿Ve usted esa madera que está cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado recientemente. Mi hermano Javier vive enfrente de mí y, a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca muy alta que me evite la vista de la casa de enfrente.
Tomás tuvo que ausentarse varios días del pueblo y, cuando regresó, quedó atónito con la sorpresa: en vez de una cerca, se encontró que el hombre había hecho un hermoso puente que unía las dos partes de la campiña.
Sin poder hablar, de pronto se vio frente a su hermano, que en ese momento estaba atravesando el puente con una sonrisa:
—Tomás, hermano mío, no puedo creer que hayas sido tú el que haya hecho el puente, habiendo sido yo el que te ofendió. Vengo a pedirte perdón.
Y los dos hermanos se abrazaron. Cuando Tomás se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo:
—Buen hombre, ¿cuánto te debo? ¿Por qué no te quedas?
—No, gracias —contestó el carpintero—: ¡Tengo muchos puentes que construir!
Una de las tareas más hermosas que podemos ejercitar los humanos es la de constructores de puentes entre los hombres, sobre todo hoy día cuando abundan los constructores de barreras, zanjas, murallas y demás elementos separadores. ¿No es una tarea impagable esta de dedicarse a superar barreras?
El problema está que hacer puentes, mejor dicho, hacer de puente, es una labor muy dura que exige mucho sacrificio porque un puente es algo (alguien) que une dos orillas sin pertenecer a ninguna de ellas.
Un puente es quien soporta el peso de todos los que pasan por él y eso exige aguante, solidez, resistencia, capacidad de servicio y olvido, porque, normalmente, una vez cruzado el puente, nadie se queda a vivir en él.
Ojalá en nuestras familias, trabajo, diversión...haya muchas personas con vocación de construir puentes, porque hoy, de verdad, para hacer nuestro mundo un poco más habitable, hay muchos puentes que construir.