MÁRTIRES DE SALLENT
Sallent es el pueblo donde nació San Antonio María Claret, nuestro Fundador. Pronto experimentó el zarpazo de la Persecución Religiosa. Sus iglesias fueron profanadas e incendiadas. También el monumento a San Antonio María Claret, beatificado dos años antes por el Papa Pío XI. La Comunidad custodiaba la casa natal y mantenían un pequeño colegio. Todos abandonaron la casa por orden gubernativa el 20 de julio. Se refugiaron en casas amigas.
El P. José Capdevila con el P. Pallás tienen que huir de la casa porque son buscados por los milicianos. Se refugian en un cañaveral. Allí el P. Capdevila pierde de vista a su compañero. Después de una marcha de 60 kilómetros, ocultándose de miradas comprometidas, llega a la casa paterna, en los alrededores de la ciudad de Vic. Estuvo tranquilo hasta el 24 de septiembre. Ese día fue descubierto por los milicianos y arrancado de los brazos de su madre: ¡Adiós, madre, hasta el cielo>>.