Que los elefantes sean tan inteligentes
y algunos hombres tan bestias,
debe ser debido a una cuestión de educación.
-Alexandre Dumas-
En la jerga de Internet, un troll o trol describe a una persona que publica mensajes provocativos, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, como un foro de discusión, sala de chat o blog, con la principal intención de provocar o molestar una respuesta emocional en los usuarios y lectores.
Algo de esto ocurre en Pamplona al regreso de la procesión de San Fermín, cuando, en el trayecto del Ayuntamiento a la Catedral, algunos trolls sanfermineros se dedican a vociferar increpando, insultando y amenazando a las autoridades civiles y religiosas.
Al ver a algunos/as de estos incivilizados desgañitarse, con sus hijitos en los hombros, uno se acuerda de Ángel Jordán cuando aconseja: En la educación de los niños es más conveniente decir no en voz baja que decir si gritando.
Para justificar estos actos incívicos, se recurre al socorrido:«Estamos en democracia», como si la democracia amparara todos los desmanes. Gran error como demuestra mi amigo Patxi.
─Todo ser vivo, en su ciclo vital, genera toxinas, sustancias de desecho y, para no intoxicarse con ellas, las tiene que eliminar periódicamente. Una sociedad viva también genera sus toxinas y, si no quiere morir intoxicada, debe encontrar la forma de librarse de ellas.
─¿Qué quieres decir, Patxi?
─Que si en una sociedad hay Trolls que no saben aceptar los resultados de una elección democrática y, despóticamente, quieren imponer sus ideas, la sociedad está obligada a controlarlos para bien de todos los ciudadanos civilizados.
─También en eso estamos todos de acuerdo; pero ¿quién le pone el cascabel al gato?
─El estado de derecho y el pueblo. Aplicar la ley para los alteradores del Orden Público. Y que todo el mundo apoye el orden establecido y les haga el vacío a los Trolls.
Hay que reseñar también que, como suele ocurrir en la vida, junto a las espinas hay rosas y en medio de esta gente vociferante y agresiva, hay grupitos de personas, de todas las edades, que animan y aplauden a las autoridades.
Son minoría. Por ahora.