Las redes sociales tienen la gran ventaja de poner en contacto a personas que de otro modo jamás se hubieran encontrado, y yo he conocido a través de Instagram a un cantautor cristiano que tiene una historia personal impresionante, Jesús Cabello; te aconsejo que entres en su página web (www.jesuscabello.es) y te pongas sus canciones. Para inaugurar la temporada de verano voy a comentar “En tus manos”, del álbum “Contigo”:
Te aferraste a mi existencia
sin dejarme un segundo de lado.
Soy testigo de que entonces
encendiste una luz en mis sueños.
Entre nubes de ceniza
el futuro está sembrado de miedos.
En cada paso de la vida
reconozco mi latir confiado
Dios me conoce desde antes de que mis padres siquiera me pensaran; Él ya había pensado en mí y desde el instante en que me pensó, me amó y deseó que naciera y fuese feliz en la Tierra para que después fuera feliz en el Cielo, y puso los medios para todo ello.
No me deja en paz ni un segundo en el buen sentido de la palabra, como hacen los buenos amigos cuando nos ponemos tontos y ellos no nos dejan solos; aunque yo tenga una mala racha en la que me reboto Él sigue amándome, cuidándome, sosteniéndome, manteniendo viva mi fe.
En el momento de mi Confirmación, cuando decidí por mí misma seguirle y dar testimonio de Él, encendió mi corazón con el fuego de su Espíritu y puso en mí esos sueños grandes de ser apóstol. Y en los momentos difíciles de mi vida, cuando da mucho miedo lo que se me viene encima porque sólo veo problemas y obstáculos por todas partes, me recuerda que es el momento de hacer un acto de fe y abandonarme en Él, que Satanás me ronda para quitarme la paz, que es el Patas el que pone el miedo en mi corazón para hacerme creer que estoy sola y desamparada, que a Él le basta con que mi fe sea como un granito de mostaza para actuar a lo grande y hacer su obra en mí.
Porque cuando sopla el viento
pongo todo lo que tengo en tus manos.
Porque fallan los abrazos
pongo todo lo que tengo en tus manos.
Cuando estoy abandonado
pongo todo lo que tengo en tus manos.
Si luchar es lo que quiero
pongo todo lo que tengo en tus manos.
Hay momentos en la vida en que me siento sola ante el peligro como Gary Cooper, con todo en mi contra, como Ana en la peli de Frozen en esa secuencia escalofriante en la que camina exhausta contra el viento helado segundos antes de convertirse en estatua de hielo y que se le escape el último aliento,
o en que los que creía mis amigos, mi familia, me dan la espalda y no dan un duro por mí y la soledad muerde mi interior hasta hacerme sangre.
Ese rescoldo de fe que sobrevive en mí por la gracia de Dios me recuerda que estoy cansada pero no me rindo, que estoy dispuesta a luchar por aquello en lo que creo, por mi vida, por mi dignidad, por mi libertad, por la verdad, por la justicia, por las personas a las que amo, y que Él está de mi lado y que estoy en el bando ganador, aunque a los ojos de la sociedad actual muchas veces no lo parezca.
Es estrecho tu camino
como el surco que descubre un arado.
No me asustan los temblores
ni ruidos que reclaman mi muerte.
Es más fiable tu presencia
que arriesgar la vida entera a la suerte.
Eres todo lo que busco
y desbordas mi inquietud de ser humano.
No lo olvides, ni tú ni yo somos Will Kane, somos hijos de Dios.
La vida muchas veces no es cómoda ni fácil pero el esfuerzo siempre da resultado, antes o después, sólo hay que perseverar y tener paciencia. Las personas que me hacen daño no vivirán eternamente, los contratiempos retrasarán mi camino pero tampoco durarán para siempre, los problemas me desanimarán pero no matarán mi esperanza porque soy la niña de los ojos de Dios y aunque a veces no le vea tengo la certeza de que está aquí, conmigo, y es fiel.