SIGNIFICADO DEL MENSAJE
Múltiples lecturas puede tener el mensaje de Fátima. En él se repiten palabras llenas de contenido cristiano: Corazón, Reparación, Pecadores, Guerra, Paz… Los nombres de Dios, Jesús y Virgen María.
Poniendo el acento en la Virgen María, sus apariciones en Fátima tienen que significar un modo renovado de acercarnos a su persona, más allá de las prácticas concretas devocionales. Quizás mejor un modo nuevo de acercarnos a ella a través de esas prácticas devocionales.
El Corazón de María es el corazón del mensaje. Este hecho nos está haciendo una llamada a situarnos en la interioridad más íntima de María Virgen. Ella nos habló desde su Corazón y por eso nos dijo nada superficial, aunque, a veces, nos lo dijo con el Corazón dolorido. Es el dolor de una Madre que siente que la vida de sus hijos se malgasta por un camino de maldad y que puede terminar en el infierno. Cuando la Virgen habla con el Corazón en la mano, debe ser especialmente escuchada.
Colocarnos en el Corazón de la Virgen Madre debe tener para nosotros consecuencias concretas de vida cristiana. Dios mira al corazón y del corazón sale toda la generosidad y toda la podredumbre que habita en nosotros.
- Las prácticas concretas deben ser realizadas desde el corazón. No vale la superficialidad con quien nos habla desde el Corazón. Y hacerlas sin miedo. ¡Dios es mi Padre qué feliz soy!
- Atención a la Parabra de Dios. La Palabra iluminó su vida y debe iluminar la nuestra. Ella:
- Escucha y medita la palabra.
- Ofrece al mundo la Palabra personal y la escuchada.
- Sufre por la Palabra proclamada por su Hijo.
- Comparte la Palabra en Pentecostés con la comunidad.
- Medita el sentido de las palabras y los hechos de su Hijo.
- Obedece la Palabra. Aquí está la esclava del Señor…
- La llamada que descubrimos en la Palabra de Dios: <> << ¿Quieres ser Madre de Dios…?>> <> está en la base del mensaje de Fátima. Jesús siempre es un caballero. No fuerza ninguna puesta, tampoco en Fátima.
- Generosidad. La generosidad del corazón de María se contagia rápidamente a los pastorcitos. Descubren múltiples sacrificios para contentar al señor y al corazón de María. Hasta el punto que la Virgen tiene que poner coto. No podemos vivir la espiritualidad del Corazón de María y no disponernos con generosidad para quitar cuanto obstruye su la acción del Espíritu Santo.
- Reparación. El amor de Dios ha provocado siempre en las almas fieles un profundo dolor por las ofensas al Señor y a su Madre Virgen. Reparar sentir el dolor de que Dios sea ofendido y desear que todas las personas vengan a su amor. En Fátima la reparación es realidad clave.
- Cordialidad. Vivir de la espiritualidad del Corazón de María es vivir de las buenas maneras, de los buenos modales. Malas formas abundan demasiado. Debemos ser cordiales en el modo de tratar a las personas. También esto es una forma de apostolado desde la fe.