Licenciada en Bellas Artes. Conservadora y Restauradora de Bienes Culturales. Ana Isabel pese a su juventud ya atesora una amplia experiencia en la restauración y conservación del patrimonio artístico. Actualmente es la Responsable de la Conservación del Patrimonio Histórico Artístico de la Catedral de Sevilla. Muy gentilmente ha aceptado esta entrevista para Arquitectura y Cristianismo.
– Usted es licenciada en BBAA ¿Por qué decidió especializarse en conservación y restauración?
Desde muy pequeña, me llamaba la atención el arte y ya en el colegio, tenía claro lo que quería estudiar de mayor. Fue más adelante, tras muchas visitas a museos y exposiciones, (las primeras, de la mano de mis padres…), cuando llegó mi elección de la especialidad en Conservación y Restauración, durante mi proceso académico. Observando y admirando las obras de grandes artistas, me entusiasmaba la idea de contribuir para que perdurasen en el tiempo. Ésta, es una profesión dedicada a la preservación del patrimonio cultural para el futuro. Mi querida profesión!
– ¿Cuáles son sus preferencias artísticas? ¿Le gusta el arte contemporáneo?
Prefiero lo antiguo, principalmente. Aunque tengo que añadir, que me entusiasma toda actividad artística en la que el hombre valiéndose de la materia, plasma un sentimiento o una realidad creando para el bien.
– ¿Cuál ha sido la mayor alegría que le ha proporcionado su profesión?
En esta profesión siempre hay alegrías. (También dificultades…). La mayor alegría para un restaurador es poder contemplar cómo la obra recupera en cierta medida, su aspecto original. La restauración ha de ser reconocible, aunque invisible desde la distancia, para distinguir la unidad que se ha querido recuperar.
– Para restaurar una pintura o una escultura imagino que es necesaria una investigación previa. ¿ Cuanto tiempo le dedica generalmente a esta fase? ¿Alguna sorpresa o anécdota le ha surgido durante este proceso?
Como bien dice, hay que estudiar la obra a fondo antes de intervenirla, dependiendo en parte de su grado de complejidad. Y aún así, durante su actuación, hay veces en las que aparecen sorpresas.
Las actividades de conservación comprenden el análisis, documentación, tratamiento y el cuidado de las colecciones (conservación preventiva). Todo este trabajo es de investigación.
El conservador-restaurador de obras de arte, debe tener conocimientos multidisciplinares en campos tan diversos como la historia del arte, la química, la física o la biología y debe tener información artística, teórica, técnica y científica. .
– Imagino que los avances técnicos de los últimos años habrá facilitado la tarea del análisis de las obras de arte dañadas. ¿Que medios técnicos suele utilizar usted en los análisis?
Pues, empleamos análisis no destructivo de los materiales empleados en la pintura, con técnicas no destructivas. Y según sea la investigación, solemos utilizar; fotografía con luz visible, fotografía con “luz” Ultravioleta (UV), Reflectografía Infrarroja o rayos X (XRF) entre otros.
– Usted se ha encargado de la restauración de las obras pictóricas del Salón principal del Palacio arzobispal de Sevilla. Tengo entendido que hubo que hacerlo en un tiempo récord, aproximadamente 4 meses ¿Cómo fue la experiencia?
Fue una experiencia sobresaliente.
– ¿Díganos como se siente al restaurar pinturas de grandes artistas como Murillo, Zurbarán o Velázquez? Supongo que será emocionante… aunque también implicará una enorme presión para el profesional.
Siempre es emocionante restaurar cualquier obra de arte, pero bien es cierto, que algunas de tan importante autoría, causan mayor admiración. En cualquier caso, a todas ellas debemos tenerles muchísimo respeto, cuidando su material original.
– ¿Hay algún artista del cual sea especialmente difícil restaurar sus obras? ¿Por qué?
Siempre lo repito, “cada artista es un mundo y cada creación”. Y en los procedimientos y técnicas de cada uno de ellos, su complejidad. Hay algunos, como por ejemplo, Julio Romero de Torres, que utilizaba pigmentos al agua y al aceite. Imagine la paciencia del restaurador…
– ¿Se prepara de manera especial antes de restaurar las obras religiosas?
Dice nuestro papa emérito Benedicto XVI, que “la contemplación de las obras de arte también constituye un camino para llegar a Dios a través de la belleza”. Yo no es que me prepare de manera especial porque las obras sean religiosas, para todas ellas, lo primero que hago es ponerme en manos del Señor. Y con la confianza que Él me da, además de los conocimientos adquiridos, disfruto de cada una de ellas, de cada nuevo reto.
– ¿Qué siente cuando restaura obras que son materia de devoción para muchos cristianos?
Cuando las obras que restauro son materia de devoción para muchos cristianos, sí que estoy en continua oración. Este patrimonio cultural de la Iglesia, a mí también me transmiten la Fe Cristiana y lo tengo en mis manos.
En este vídeo vemos un resumen del proceso de restauración del retrato del Cardenal Don Francisco Javier Delgado y Venegas, atribuido a Juan de Espinal (S. XVIII). Ubicado en el Palacio Arzobispal de Sevilla.
Para más información sobre la restauradora Ana Isabel Gamero pueden visitar su blog: