Año del Señor 2022
23 de junio
 
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
¿UN INCONVENIENTE?
 
Últimamente me gusta mucho utilizar el cristal para colocar las flores: jarrones de cristal o recipientes, hasta incluso algún tarro de mermelada bonito y adornado… 
 
Me gusta mucho porque resulta muy elegante y da delicadeza a cualquier arreglo florar. Solo le encuentro un inconveniente… ¡que al ser transparente todo se ve! 
 
Sí, el cristal lo deja ver todo: si necesita más agua, si ya comienza a verdear y requiere de un cambio o si es hora de recortar los tallos… Pero tengo que ser honesta, esto es lo que menos me gusta porque en realidad supone más trabajo para mi. 
 
Sin embargo, cuánto me gustaría ser transparente como el cristal. Así son las personas sencillas de corazón. Rápidamente se identifica a una persona así, precisamente porque al ser transparente como el cristal todo se ve.
 
Y al igual que me sucede con las flores, el inconveniente que encontramos a ser transparentes como el cristal es el hecho de que se pueda ver nuestra debilidad. Esas personas sencillas de corazón, no es que sean perfectas, sino que hasta sus debilidades se ven a simple vista, pero es que solo por el hecho de traspatentarlas se dejan sanar, se dejan “arreglar”, porque sacan a la luz lo que llevan dentro: lo bueno para compartirlo y lo frágil para entregarlo. 
 
La verdad es que soy una persona poco voluntariosa y esto, en muchas ocasiones, me ha hecho desesperar pensado en que en “mi desastre” no lo conseguiría. Pero recuerdo una vez, que estando así, buscando interiormente “qué hacer”, “cómo cambiar”… escuché una predicación que me cambió a mi: “Lo único que el Señor necesita de nosotros, es un corazón sencillo, para que nos dejemos hacer y salvar por Él, y así Él pueda hacer de nosotros instrumentos Suyos”. 
 
¡Qué impresionante! No está en mis fuerzas sino en confiar en Él, no está en mi perfección, sino más bien en mi transparencia, en la que descubro que todo lo mío es amado y salvado por Cristo. ¡Ese Amor sí que transforma!
 
Hoy el reto del amor es rendirme de querer buscar la perfección por mi mismo, y pedirle al Señor un corazón sencillo que se deje hacer por Él. Descubre tu interior ante Él, como el cristal, transparente, y experimenta que no necesitas ser perfecto para que Él te ame, te bendiga, te proteja. Él ya ha muerto por ti y tan solo de ti depende el que puedas disfrutar de Su salvación. 
 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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