Me comentaban hace unos días unos amigos, que se vieron impresionados al ver en las calles de una zona de copas muchos niños y niñas de unos trece años tendidos en el suelo con una intoxicación por alcohol lo que se viene en llamar vulgarmente como borrachera.
Ya es desagradable ver a una persona adulta privada de su control mental, y físico, por esta causa, pero es una verdadera lástima que esto esté ocurriendo con excesiva frecuencia en niños y niñas que ya no saben divertirse si no es con una copa en la mano. Los establecimientos públicos tienen prohibido dispensar alcohol a este tipo de chicos, pero el chino de la esquina parece que no se ve obligado a esta ley, y la autoridad no se toma en serio el problema. Es una verdadera tragedia que una juventud que está en edad de divertirse sanamente, esté cayendo en la destrucción masiva que supone la drogadicción y el sexo libre. Mal futuro nos espera si esto sigue así y los adultos no lo atajamos con un mayor control desde la educación, la legislación oportuna tomada en serio, una reconversión de esta sociedad que camina con pasos agigantado hacia la autodestrucción. Como diría el Papa la humanidad está padeciendo una tercera guerra mundial por etapas. Y una de las etapas es la descomposición mental de nuestros niños y adolescentes.
La página https://www.optumhealthnewmexico.com/consumer/es/consumoDeAlcoholEnLosJovenes.jsp nos ofrece sucintamente una buena información del problema:
El alcohol es la droga más comúnmente utilizada entre los adolescentes. La mayoría de los adolescentes han consumido alcohol para cuando empiezan el último año de la escuela secundaria.
El costo del consumo de alcohol por los menores de edad es muy real. Las heridas y lesiones son la principal causa de muerte entre los jóvenes, y el alcohol es la principal causa de heridas y lesiones. El uso precoz de alcohol entre los jóvenes los pone en riesgo de desarrollar alcoholismo. De todos los jóvenes que comienzan a beber antes de los 15 años, casi la mitad se convierte en alcohólicos. Consumir bebidas alcohólicas también pone a los jóvenes en peligro de otros riesgos como el sexo peligroso, las agresiones o ataques, problemas con sus estudios y problemas jurídicos.
Los adultos desempeñan un papel clave en el consumo de alcohol de los menores de edad. Lamentablemente, casi la mitad de todos los bebedores menores de edad reportan que consiguen el alcohol por parte de un adulto. Sin embargo, los adultos también juegan un papel importante en la prevención del consumo de alcohol. Aquellos chicos cuyos padres se interesan en sus vidas son menos propensos a beber. Mostrar interés en la vida de sus hijos puede ser tan sencillo como hablar con ellos. He aquí algunas otras cosas que usted puede hacer para ayudar a prevenir que sus hijos beban:
- Hable con sus hijos sobre los peligros del uso precoz de alcohol y escuche sus preguntas.
- Controle el acceso al alcohol en el hogar, y sea el modelo de consumo responsable de alcohol para sus hijos.
- Pídale al médico de su hijo que durante su revisión física anual le hable sobre el consumo de alcohol.
- Anime a su hijo a participar en actividades recreativas después de la escuela.
Algunos indicios le ayudarán a reconocer si sus hijos están bebiendo.
- Huelen a alcohol.
- Tienen un nuevo grupo de amigos que no quieren presentarle.
- Comienzan a faltar a clases o a tener problemas en la escuela.
- Pierden el interés en actividades que solían disfrutar.
- Se desaparece el alcohol de su casa.
- De repente se vuelven retraídos o tienen cambios drásticos en su estado de ánimo.
Los chicos necesitan estar conscientes de los peligros que acarrea el alcohol. Consulte los enlaces sobre el alcoholismo entre los niños y los adolescentes en la página de introducción sobre el alcoholismo para obtener información escrita específicamente para ellos. También puede darles nuestro número y podrán obtener ayuda de nuestros especialistas familiares.
Tratamiento
El médico de su hijo adolescente puede informarles si considera que es necesario seguir un tratamiento. Hay consejeros y médicos que se especializan en ayudar a los jóvenes que tienen problemas con la bebida.
Grupos de apoyo
Los jóvenes pueden encontrar útil asistir a reuniones de un grupo de apoyo, como Alcohólicos Anónimos, donde reciben de forma gratuita y confidencial aliento y comprensión de otras personas en recuperación. El médico de su hijo le puede informar si considera que un grupo de apoyo entre pares puede ser de ayuda para su hijo.
Antes que sea demasiado tarde hay que tomarse enserio el problema. No se trata de coaccionar y castigar a al hijo que da síntomas de haber bebido alcohol, se trata de convencerlo de que no puede destrozar su vida cayendo en manos de una sociedad desaprensiva y criminal que negocia con aquellos que todavía les falta una fuerte voluntad para tomar decisiones serias. Todo aquel que explota los bajos instintos de los niños y adolescentes, son enemigos de la humanidad, y hay que emplear con ellos mano dura por el crimen que cometen.
Juan García Inza