Hola, buenos dÃas, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz dÃa.
CON AMOR TODO CRECE
Como sabes, este año nos hemos animado a plantar un huerto. Contra todo pronóstico, se nos está dando súper bien: ya hemos recogido calabacines, pimientos, tomates, berenjenas...
Al tener que esperar sin poder hacer nada más, me he dado cuenta de que la paciencia me fomentaba la paz y la tranquilidad. Todos los dÃas aparecÃa por el invernadero a ver crecer la sandÃa. Cuando contemplaba la mata de sandÃas, me da cuenta de cuánto bien nos podemos hacer entre nosotros si somos pacientes. La paciencia es el punto en el que el amor se une a la sabidurÃa; la paciencia te ayuda a permitir que la otra persona sea humana, comprendes sus fallos cuando comete un error, decides darle tiempo para que se corrija.
La paciencia te capacita para resistir en las pruebas de convivencia. A mà no me resulta fácil la paciencia, y reconozco que no me surge de forma natural.
Si decides ser paciente, responderás de forma buena frente a una situación mala, serás lento para el enfado; la paciencia te traerá tranquilidad interna ante las tormentas externas. El enfado casi nunca mejora las cosas; es el amor el que cambia nuestra motivación para vivir. La paciencia es un buen punto de partida para comenzar a demostrar el amor verdadero.
Pero la paciencia es un don que te tienen que regalar, por ello, hoy pÃdeselo a Jesús.
El evangelio nos muestra cómo Jesús siempre es paciente, cómo sabe esperar, cómo sabe decir las cosas con cariño, muy pocas veces se enfada.