La nueva traducción de la Biblia de Jerusalén de la editorial Desclée de Brouwer nos relata que Jesús dijo a los discípulos: "Os haré pescadores de personas". Creo que estamos llamados a hacer una reflexión respecto a esta traducción. El término griego que se traduce como "personas" es la palabra "ánthropos", que se refiere a "ser humano" al margen de su sexo. Sin embargo la traducción como "personas" tiene sus problemas. ¿A qué personas se refería Jesús: humanas, angélicas o divinas? Pues en el texto, así traducido, no se excluye que Jesús esté llamando a los discípulos a que evangelicen a los ángeles o al mismo Dios. Pero no es eso a los que les llama Jesús.
Por lo cual, al ser "personas" un término equívoco, habrá que buscar otro que no lo sea. Podemos entonces traducirlo como "personas humanas" o "seres humanos". A su vez esta traducción tiene un punto equívoco, ya que, ¿qué hace humano a un humano? Pongamos que es "ser racional", como dice la Real Academia Española. Sin embargo, si existieran extraterrestres inteligentes, habría que dilucidar si el término "humano" se puede aplicar a ellos o no. Mientras eso no se aclare, el concepto "personas humanas" es también equívoco.
Por ello quizá una traducción más apropiada a la pretensión de los traductores podría ser "terrícola"; aunque según la RAE cualquier habitante de la tierra lo es, por lo cual habría que decir más bien "pescadores de terrícolas humanos". Pero si preguntamos a la Real Academia Española qué significa "humano", nos podemos quedar un poco perplejos. Ya que la voz "humano" significa "propio del hombre". Es decir, que literalmente hablando, lo humano es lo propio del hombre; entonces tendríamos que referirnos a "los hombres terrícolas". Pero, ¿qué significa "hombre"?
La Real Academia acude de nuevo en nuestra ayuda. La palabra "hombre" significa "ser animado racional, varón o mujer". Pongamos pues que con la palabra "ánthropos" Jesús les quería decir a los Doce que serían "pescadores de terrícolas animados racionales, varones o mujeres". Entonces, con ese circunloquio tan acertado, para evitar equívocos que se dan con palabras como "persona", "ser humano" o "terrícola humano", y adoptando el principio de la economía de lenguaje, podríamos traducir la palabra "ánthropos" como "hombre", que recoge todo lo anterior. Por lo cual propongo que en esta nueva traducción de la Biblia, más adaptada a nuestro tiempo, y guiada por un principio de inclusión, a la par que a la fidelidad al texto y a la intención de Jesús, traduzcamos novedosamente la frase del siguiente modo: "os haré pescadores de hombres". De nada.