Hola buenos días hoy Teya nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. (Miquel, para ti y para todos tus compañeros, muchas felicidades por vuestra Ordenación Diaconal. Gracias por este sí a Cristo y a nuestra Madre Iglesia. Contad siempre con nuestra oración).
CON OJOS DE MADRE
Esta semana el Señor me ha regalado poder estar en Lerma, donde he podido orar, descansar el corazón y dejar de lado el ruido y ajetreo del mundo en el que vivimos, antes del gran regalo que hoy el Señor nos tiene preparada a la Iglesia, y en especial a toda mi familia.
Hoy en Toledo reciben las ordenes sacerdotales y diaconales un grupo grande de chicos jóvenes llenos de entusiasmo y amor por el Señor. Entre ellos, mi hijo Miquel va a recibir las ordenes de diácono.
Rezando Vísperas en el convento, me llegó al corazón un versículo del salmo 125:
"El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres".
¡Así es como me siento en estos días! El Señor me deja sentir el gran amor de predilección que tiene con él, y me emociona. Me siento feliz de ver a mi hijo tan bendecido por Dios y de saber que, en él, Dios nos bendice también a toda la familia. Me impresiona ver cómo Dios tiene un plan de amor para cada uno de nosotros pensado desde toda la eternidad.
Me vienen a la memoria tantas vivencias de él... cuando nació, cuando lo ofrecimos a la Virgen, cuando fue creciendo, y, muy especialmente, el día que me dijo que quería ser sacerdote y que, por ello, se iba al seminario. Me impactó y me embargó una gran alegría.
Cuando me lo dijo sentí de inmediato que todo lo vivido había valido la pena. Los momentos buenos y malos, lo que entendemos y lo que no entendemos. Todo estaba bien.
Entendí que Él tiene un plan perfecto para nosotros, aunque con mis pobres ojos y corazón humano hasta ese momento sólo valoraba el éxito y el fracaso desde una visión humana.
Entendí que Dios le ama con amor de predilección y empecé a mirar a mi hijo con ojos nuevos, como una obra de Dios.
Su vocación es una bendición, una caricia muy especial de Dios. La decisión la acogí con alegría y respeto, pero es cierto que la separación, el desprendimiento, no fue fácil. Cuando se quedó ya en el seminario, lejos de casa, aun costándome, vi que estaba en buenas manos, en el lugar adecuado. Comprendí que mi apoyo principalmente a partir se ese momento era orar y velar desde la oración por él.
Han pasado ya cinco años y cada día lo veo más feliz. Todas las incertidumbres que tenía cuando le vi empezar este camino, hoy se convierten en alegrías.
Quiero compartir con todos esta gran bendición que ahora estamos viviendo, no sólo como familia, sino como Iglesia.
Celebremos con alegría y demos gracias a Señor por las vocaciones de estos jóvenes. Por su vida.
Hoy el reto del amor es unirnos en acción de gracias y pedir por estos nuevos sacerdotes y diáconos, para que sean instrumentos dignos de los dones del Señor, por su fidelidad y la de todos los sacerdotes y consagrados, que siempre nos lleven a Cristo.
VIVE DE CRISTO
Pd: Si quieres ver la ceremonia en directo, aquí te dejamos un link. Será hoy a las 11:00 en la catedral de Toledo.