Este tema es algo que comúnmente se preguntan muchos católicos que tienen un pariente o una amistad que ha dejado de practicar la fe y ha sido captado por una secta. La mayoría no sabe como actuar con ellos o si existe alguna forma de ayudarles a salir de ella y volver a la Iglesia.
Algunas personas sin una orientación adecuada, lo primero que se les puede ocurrir es dejarse asesorar o poner esta tarea en manos de cualquier sicólogo. Si bien es cierto, algunas sectas como las “destructivas” pueden afectar notablemente la parte síquica de la persona, no ocurre así con la mayoría de movimientos religiosos que solemos conocer y tratar (testigos, mormones, adventistas, sectas de la nueva era, etc.) donde los adeptos han sido atraídos en mayor parte por falta de formación o confusión doctrinal, búsqueda de nuevas experiencias espirituales, ambiente fraterno, etc. También por testimonios publicados de ex sectarios ahora católicos, podemos darnos cuenta que ninguno de ellos tuvo la necesidad de pasar por alguno de estos terapeutas en su proceso de conversión y viven ahora una vida normal y plena dentro de la Iglesia.
Hago esta advertencia pues salvo contadas excepciones, la gran mayoría de sicólogos que suelen tratar esta problemática suelen ser profesionales ateos o relativistas por lo que pueden poner en peligro la espiritualidad del adepto y aunque pueda ayudar con sus técnicas a sacarlo de la secta, puede también terminar convirtiéndole en un completo irreligioso. Además, que ellos al enfocarse sólo en el comportamiento sectario o el control mental y no tener un conocimiento teológico adecuado, suelen calificar de sectas hasta grupos o movimientos aprobados por la Iglesia Católica. Esto lo podemos comprobar revisando ciertas páginas de sicológos que se ofrecen en la red y que han tratado a ex testigos de jehová, ex cienciólogos pero también a personas salidas del Opus Dei, Camino Neocatecumenal, etc. Antes de acudir a uno de ellos, debemos primero recurrir a las guía que ofrece la Iglesia en estos casos y que pueda orientarnos mejor en intentar sacar a nuestros allegados de la Secta.
Consejos que favorecen la salida de un adepto sectario
EL sacerdote experto en sectas Manuel Guerra en su “Diccionario Enciclopédico de las Sectas” (BAC 2013), nos propone algunos medios o remedios prácticos que favorecen la salida del adepto, a los cuales yo ampliaré con mi experiencia y los testimonios de otros ex sectarios en su proceso de retorno a la Iglesia.
Algunas personas sin una orientación adecuada, lo primero que se les puede ocurrir es dejarse asesorar o poner esta tarea en manos de cualquier sicólogo. Si bien es cierto, algunas sectas como las “destructivas” pueden afectar notablemente la parte síquica de la persona, no ocurre así con la mayoría de movimientos religiosos que solemos conocer y tratar (testigos, mormones, adventistas, sectas de la nueva era, etc.) donde los adeptos han sido atraídos en mayor parte por falta de formación o confusión doctrinal, búsqueda de nuevas experiencias espirituales, ambiente fraterno, etc. También por testimonios publicados de ex sectarios ahora católicos, podemos darnos cuenta que ninguno de ellos tuvo la necesidad de pasar por alguno de estos terapeutas en su proceso de conversión y viven ahora una vida normal y plena dentro de la Iglesia.
Hago esta advertencia pues salvo contadas excepciones, la gran mayoría de sicólogos que suelen tratar esta problemática suelen ser profesionales ateos o relativistas por lo que pueden poner en peligro la espiritualidad del adepto y aunque pueda ayudar con sus técnicas a sacarlo de la secta, puede también terminar convirtiéndole en un completo irreligioso. Además, que ellos al enfocarse sólo en el comportamiento sectario o el control mental y no tener un conocimiento teológico adecuado, suelen calificar de sectas hasta grupos o movimientos aprobados por la Iglesia Católica. Esto lo podemos comprobar revisando ciertas páginas de sicológos que se ofrecen en la red y que han tratado a ex testigos de jehová, ex cienciólogos pero también a personas salidas del Opus Dei, Camino Neocatecumenal, etc. Antes de acudir a uno de ellos, debemos primero recurrir a las guía que ofrece la Iglesia en estos casos y que pueda orientarnos mejor en intentar sacar a nuestros allegados de la Secta.
Consejos que favorecen la salida de un adepto sectario
EL sacerdote experto en sectas Manuel Guerra en su “Diccionario Enciclopédico de las Sectas” (BAC 2013), nos propone algunos medios o remedios prácticos que favorecen la salida del adepto, a los cuales yo ampliaré con mi experiencia y los testimonios de otros ex sectarios en su proceso de retorno a la Iglesia.
1. La oración y la mortificación como recursos al alcance de cualquier creyente
Es un método poderoso utilizado desde los primeros siglos del cristianismo. Recordemos el caso de Santa Mónica que rezó incansablemente porque su hijo San Agustín saliera de la secta de los Maniqueos y regresara a la verdadera fe. También podemos ofrecer ayunos por su conversión entre otras mortificaciones.
A mi regreso a la Iglesia Católica luego de haber dejado la misión mormona y todo lo concerniente a la secta, mi madre y mis abuelas me confesaron que habían estado rezando mucho el rosario porque yo me diera cuenta de la verdad pues mi acción de viajar lejos por una fe ajena a la de ellas y solo con el fin de captar mas adeptos, les había parecido muy fanático y a su vez les entristecía diariamente.
2. No romper nunca los lazos entre los familiares, amigos, etc.
A pesar de los disgustos, frustraciones, etc., experimentados se debe procurar de manera contraria tender “puentes” y usarlos tales como llamadas telefónicas, cartas, visitas, felicitación de cumpleaños entre otras acciones fraternas.
Se sabe que la secta buscará cerrar al adepto en actividades y un ambiente social absorbente que le desligará de compromisos o reuniones familiares. A pesar de ello, debemos buscar mantener esas relaciones de familiaridad y comunicación con el fin de hacerles sentir que no desaprobamos su cambio de creencias y que nuestros lazos están por encima de ello.
3. Poner al adepto en contacto con su identidad original o anterior a su incorporación a la secta
Buscando y recordándole los puntos positivos, felices, de referencia en el trato con sus padres, amigos, deportivas, etc., que puedan servir de despertadores de nostalgia. Para esta finalidad “los dulces de la abuela” suelen ser mas eficaces que cualquier reflexión especulativa.
Este aspecto es una de las situaciones que también experimenté en la misión mormona pues al hacer proselitismo con gente buena católica y me hablaran cosas positivas de su fe, me recordó mi pasado católico y me hizo tener nostalgia de todo lo vivido en mis catequesis sacramentales, colegio religioso, mis abuelas devotas de la Virgen, etc. cayendo en la cuenta que nada de esas prácticas podían ser malas para mi alma.
4. Evitar hablar al adepto con agresividad , acritud, sin atacar directamente a la secta.
Es importante este consejo pues no ganamos nada desprestigiando a la secta directamente, o siendo duros de palabras con los adeptos ya que esto lo pueden ver como serios ataques o persecución y podrían cerrarse mucho más. En su lugar, podemos exponer la verdad pero de manera sencilla y caritativa. También podemos hacer alusiones a otras sectas similares a las suya, para que el adepto pueda darse cuenta poco a poco de los errores que esta profesando.
5. Asesorarse con un Sacerdote o apologista
Es decir, tener contacto con un sacerdote, religioso o laico experto en estos temas que te pueda asesorar y guiar espiritualmente para tratar con el adepto. Dependiendo del tipo de secta, en especial las dañinas y destructivas, será necesario además la orientación de un sicólogo recomendado y de preferencia católico para un adecuado tratamiento.
6. Estudiar y conocer la Palabra de Dios
Esto es necesario sobre todo para las sectas de impronta cristiana, como los Testigos de Jehová, mormones , adventistas, etc., pues es sabido que la Biblia es el instrumento utilizado por ellas para confundir e inyectar sus nuevas doctrinas. El buen uso de la biblia puede ayudar a tener un dialogo más fructífero con estos miembros y hacerles ver sus errores cuando ellos tengan dudas o deseen abrirse al debate.
7. Conocer la secta, el fundador, la doctrina, libros y hacer una correcta apologética
Es importante para el adepto que tu te intereses por la doctrina de su secta, libros, fundador, etc.,. Una vez conocido todo esto, debes desarrollar una adecuada apologética que replique sus doctrinas y también a todas las dudas que pueda tener sobre la Iglesia Católica.
En este caso por los testimonios que he leído de algunos ex testigos de jehová o ex mormones, estos se empezaron a dar cuenta de la verdad cuando debatieron con personas dedicadas a la apologética católica y les hicieron ver el error y la contradicción en sus doctrinas. Fue una de sus primeras luces en su proceso de conversión.
8. Es necesario dar un buen testimonio de conducta y moral.
Muchas veces las personas entran en las sectas porque allí se cumplen normas o practican valores morales con mayor firmeza o radicalidad. También suelen abandonar la iglesia católica cuando ven escándalos o malos ejemplos entre los fieles. Por eso, es necesario que intentemos dar un buen ejemplo cristiano y que el adepto se de cuenta que esta conductas o valores no son exclusivos de su secta.
En Cristo y María
Yasmín Oré