Hola, buenos dÃas, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz dÃa.
TOSTADITA POR EL SOL
Con tanto salir a la huerta a hacer mil cosas, era inevitable que pasase. Por la noche, al ponerme el pijama, descubrà que me habÃa chamuscado los brazos: ¡tenÃa toda la piel roja cual cangrejo!
Al principio me hizo gracia, pero, al poco, aquello empezó a arderme: ¡me molestaba hasta el roce de la ropa!
Asà puede pasarnos muchos dÃas: sin que nos demos cuenta, la vida puede ir quemándonos poco a poco: problemas que resolver, malentendidos, tareas urgentes...
Y, cuando acabas la jornada, estás tan "quemado" que no soportas ni el más leve roce. Asà es fácil que salga la impaciencia, creándose un cÃrculo en que cada dÃa que pasa sentimos más quemazón...
¡Pero ahà está el Señor! ¡Él es la crema!
Es inevitable tener que salir al sol: trabajo, relaciones sociales... ¡ya lo dice Jesús!: "Padre, no te ruego que les saques del mundo", y continúa: "te pido que los protejas del mundo".
Y nuestro Padre nos ha proporcionado la mejor crema: Jesucristo. Él quiere curar tus quemaduras, aliviar tu piel cansada, regalarte paz y descanso en Él para que al dÃa siguiente continúes el trabajo con tu piel totalmente renovada. Y una piel tan hidratada, ¡sonrÃe hasta al sol más ardiente!